La protesta de los "chalecos amarillos" ha forzado al gobierno del presidente francés Emmanuel Macron a suspender la subida del impuesto de los carburantes.
El primer ministro francés, Édouard Philippe, anunciará este martes una moratoria de varios meses como medida para intentar calmar los ánimos, según han anunciado fuentes del Ejecutivo a los medios franceses y agencias de información internacionales.
La movilización de los llamados "chalecos amarillos", sin vínculos con organizaciones políticas ni sindicales concretas, comenzó el 17 de noviembre como una protesta contra el impacto que la subida del diesel iba a tener en los transportistas y en el gasto en los hogares franceses. Macron defendía la subida como un paso necesario para combatir el cambio climático.
Sin embargo, la protesta ha evolucionado hasta convertirse en un movimiento contrario a Macron y a sus políticas que, aseguran, favorecen a los más ricos.
Pese a los violentos disturbios del pasado sábado en París, los "chalecos amarillos" han contado con un apoyo amplio entre los franceses y este lunes anunciaron que cancelaban una posible vía de negociación con el Ejecutivo y continuaban con las movilizaciones.
El Gobierno cifra las pérdidas provocadas por las protestas en torno al 15% y el 25% en distintos sectores; y de alrededor de 400 millones de euros en transporte y 13.000 millones en el sector agroalimentario.
Ahora repitamos el mantra:
Protestar no sirve de nada
Manifestarse es perder el tiempo
La violencia invalida la protesta
Los Gobiernos sudan de las manifestaciones
El pueblo no tiene nada que hacer contra las decisiones estatales