El gobierno de Maduro pagó 272.000 $ a Iglesias en el paraíso fiscal de Granadinas
La Policía española investiga una serie de documentos que ha recibido procedentes de archivos secretos venezolanos que demuestran cómo el Gobierno bolivariano de Nicolás Maduro efectuó un pago de 272.325 dólares al líder de Podemos a través de un banco situado en un paraíso fiscal. La operación se realizó en marzo de 2014, dos meses después de la fundación de Podemos. La orden realizada por las autoridades venezolanas se camufló como un pago de “asesorías para el desarrollo social en el país”.
La policía ha solicitado más información para certificar que esta cuenta, efectivamente, corresponde al secretario general de Podemos. Una cuenta que supone una fuente de ingresos adicional a sus trabajos en la Tuerka y en la Universidad Complutense, por tanto, desconocida para Hacienda.
Según unos documentos a los que ha tenido acceso OKDIARIO, Rodolfo Clemente Marco Torres, ministro del Poder Popular de Economía, Finanzas y Banca Pública, ordenó realizar una transferencia por un total de 272.325 dólares a pagar a Pablo Iglesias Turrión. El encargado de ejecutar la orden de pago fue Carlos Erik Malpica Torres, Tesorero Nacional.
La investigación policial tiene bajo su foco como centro de dicho pago opaco a Pablo Iglesias una cuenta bancaria radicada en las islas caribeñas de San Vicente y las Granadinas, supuestamente vinculada al líder de Podemos y a una persona de su más íntimo círculo familiar.
De hecho, en la información disponible se relaciona esta cuenta con el apellido Santa María. La madre del líder de Podemos se llama Luisa Turrión Santa María. Y Santa María era el nombre en clave de Iglesias para el régimen bolivariano, según la documentación procedente de Venezuela. El banco utilizado para llevar a cabo esta operación es el Euro Pacific Bank, con sede Kingstown, capital de la isla San Vicente y las Granadinas.
OKDIARIO ha tenido acceso a la orden de pago que emitieron las autoridades venezolanas para poner en marcha la transferencia de fondos. En dicha factura, constan las firmas de varios altos cargos del gobierno bolivariano. Hasta ahora se desconocía la existencia de esta cuenta ya que se encontraba oculta en archivos secretos y encriptados del Gobierno venezolano, según fuentes de la investigación.
Sobre esta cuenta, supuestamente vinculada a Pablo Iglesias, se desató una alarma del servicio antiblanqueo venezolano a raíz de una transferencia injustificada de fondos públicos de dicho país. Informes del servicio secreto cubano también documentaban que existía esta cuenta sospechosa de ocultar al dirigente podemita y cuestionaban el pago efectuado.
A raíz de estas informaciones preliminares, la Policía solicitó información complementaria para certificar que esta cuenta pertenece, como apuntan tales indicios, a Pablo Iglesias. Una de las posibles vías del origen del dinero abonado por Maduro a Iglesias es una empresa estatal venezolana: CVG (Corporación Guyana Venezolana). Al menos esa es la hipótesis policial.
Este dinero es ajeno a los circuitos ya conocidos de financiación de la fundación vinculada a los líderes de Podemos. El Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS) recibió 4,2 millones de euros por supuestas consultorías al Gobierno venezolano. Y es también un dinero distinto del percibido desde su plataforma mediática, La Tuerka, desde Irán.
Uno de los responsables del pago es un familiar de la esposa de Maduro implicado en operaciones de narcotráfico: Carlos Erick Malpica Flores. En concreto, los dos sobrinos de Nicolás Maduro y Cilia Flores que fueron detenidos en Estados Unidos acusados de narcotráfico –uno de ellos, Efraín Antonio Campo Flores, criado como un hijo por el presidente y su esposa– involucraron a otro sobrino de la pareja presidencial en el negocio de la droga. Campo Flores y Francisco Flores de Freites llegaron a asegurar a participantes en la operación de traslado de 800 kilos de cocaína a Estados Unidos que el lavado de dinero podría hacerse a través de la petrolera estatal, PDVSA, para lo que bastaba con llamar a su primo Carlos Erick Malpica Flores, tesorero de la compañía y sobrino también de la «Primera Combatiente», como el chavismo llama a la esposa de Maduro.
Malpica Flores fue elevado a tesorero de PDVSA en septiembre de 2013, pocos meses después de que Maduro llegara a la presidencia del país. Ese ascenso de Maduro supuso el acceso de varios familiares de la pareja a ciertos cargos.