#545 No, te he explicado que lo que dice un político y lo que hace un político y su partido son cosas muy distintas. En aquel contexto, hoy en día y en casi cualquier otro. El PSOE tenía de revolucionario lo que mis cojones de bicicleta, pues mismamente el mismo Largo Caballero fue favorable a la colaboración con el anterior periodo dictatorial del país, la dictadura de Primo de Rivera, oponiéndose (y purgando) los sectores que abogaban por un enfrentamiento con esta. No en vano, fue el único partido "de izquierdas" legal durante dicho periodo.
Lo único revolucionario que realizó el PSOE fueron las huelgas del 34 que fueron un fracaso rotundo ante la falta de apoyo de CNT, salvo en Asturias y en Cataluña donde tenía el apoyo de los nacionalistas. De ahí a una dictadura del proletariado, como puedes imaginar, hay bastantes pasos.
El clima de violencia política ni es algo exclusivo del PSOE, ni de "la izquierda" ni siquiera de España, pues era algo que ocurría a lo largo de Europa en dicho periodo. Ni justifico ni leches, es una realidad de su época, como era una realidad la esclavitud en el periodo romano o la servidumbre en el medievo. Mismamente, sin tener que buscar demasiado:
Y queremos, por último, que si esto ha de lograrse en algún caso por la violencia,
no nos detengamos ante la violencia. Porque ¿quién ha dicho –al hablar de «todo,
menos la violencia»– que la suprema jerarquía de los valores morales reside en la
amabilidad? ¿Quién ha dicho que cuando insultan nuestros sentimientos, antes que
reaccionar como hombres, estamos obligados a ser amables? Bien está, sí, la dialéctica
como primer instrumento de comunicación. Pero no hay más dialéctica admisible que la
dialéctica de los puños y de las pistolas, cuando se ofende a la justicia o a la Patria.
Primo de Rivera
En resumidas cuentas, todos en los años 30 ladraban mucho, luego se pistoleaban por la calle los más aguerridos y desde luego no es una explicación al golpe de estado y posterior periodo de guerra civil y dictadura con represión atroz. Es mucho más sencillo explicarlo con la reforma de la oficialidad del ejército, las reformas agrarias y económicas que le tocaron el bolsillo a más de algún financiador del golpe y el interés de potencias extranjeras en intervenir en España para asegurarse un futuro aliado en posteriores conflictos.