Google, que en diciembre del año pasado declaró un “código rojo” por la llegada de ChatGPT, acaba de presentar su propia inteligencia artificial (IA) conversacional. Se trata de Bard, una solución de la que ya habíamos oído hablar y cuyo corazón es LaMDA, un potente modelo de lenguaje experimental diseñado específicamente para aplicaciones de diálogo.
El anuncio lo ha realizado CEO de Alphabet, Sundar Pichai. En una publicación titulada ‘El próximo paso importante en nuestro viaje hacia la IA’, el ejecutivo ha reconocido de que la IA es la tecnología más compleja en la que están trabajando, pero que consideran elemental para cumplir su misión de “organizar la información del mundo y hacerla accesible”.
La respuesta de Google a ChatGPT existe, y se llama Bard
El gigante de las búsquedas explica que desde hace más de seis años reorientó su estrategia hacia la IA. Desde ese entonces ha estado trabajando en diferentes soluciones, siendo una de ellas LaMDA, que ha estado en fase de pruebas y limitada muy pocas personas (entre ellas el ingeniero despedido por sugerir que tenía "conciencia").
Google acaba de rebautilizar a LaMDA (Language Model for Dialogue Applications) como Bard, un nombre mucho más amigable ahora que se acerca su despliegue general. Y, decimos que se acerca porque todavía no podremos utilizarlo. La compañía dice que estará disponible para un reducido grupo de “probadores de confianza” a partir de hoy.
El movimiento, no obstante, es significativo. Google, que durante años se ha beneficiado de ser el líder dominante en el mercado de las búsquedas, ha visto como esa posición se ha visto amenazada por algunos cambios en la industria. Una de sus preocupaciones, aparentemente, es la posible adopción de GPT-4 por parte de Microsoft en Bing dentro de poco tiempo.
Todavía no sabemos qué capacidades tendrá Bard cuando llegue al público, pero Pichai nos ha dado unas pistas muy importantes. En primer lugar, tenemos la certeza de que estará conectado a Internet, una ventaja sustancial respecto del actual ChatGPT y ChatGPT Plus, la versión de pago del bot, que tienen conocimientos restringidos, específicamente, a algún momento del 2021.
“Bard toma información de internet y la emplea para ofrecer respuestas actuales y de alta calidad”, dice el máximo responsable de Google. Además, explica, que servirá para “saciar la curiosidad o dar rienda suelta a la creatividad”. La idea, como podemos ver en el GIF de arriba, es hacer preguntas en lenguaje natural y recibir respuestas elaboradas y completas velozmente.
La IA conversacional de Google no funcionará de manera independiente al buscador, sino que se integrará como una función que busca dar valor a las búsquedas y atraer a aquellos usuarios buscan una explicación directa de manera profunda y no desean navegar entre cientos de resultados. Ahora bien, toca esperar para saber cómo la compañía abordará los peligros de la IA.
Recordemos que uno de los grandes desafíos que tienen los involucrados en lanzar productos masivos impulsados por IA es la veracidad de las respuestas. Esta tecnología tiene una gran capacidad (para mal) de inventar hechos, arrojar datos inexactos y potenciar los problemas sociales como el racismo y la xenofobia. De hecho, Google ha intentado ser muy cauto para evitar dañar su reputación.
OpenAI tendrá competencia "en semanas"
Si todo sale de acuerdo a lo esperado, el despliegue masivo de Bard no debería tardar demasiado. La compañía de Mountain View dice que la pondrá a disposición del público "en las próximas semanas", después de que los testers se encarguen de probarla. Asimismo, a partir del mes que viene, los desarrolladores tendrán la posibilidad de experimentar con la API de esta tecnología para alimentar sus propias aplicaciones.
La carrera por liderar en el mundo de la inteligencia artificial con diferentes productos, que también puede ser un negocio multimillonario, se pone cada vez más interesante. El movimiento de OpenAI de lanzar ChatGPT al público el año pasado parece haber despertado a un gigante dormido, Google. Ahora es cuando empezaremos a descubrir el verdadero potencial de las herramientas desarrolladas en los laboratorios del gigante de las búsquedas.
Esto es gordo señores. Si la IA no está muy capada y es capaz de utilizar información actual presente en internet, puede darle 500 vueltas a ChatGPT. Veremos como se las ingenian para que no termine como...