Antes de iniciar el hilo he de decir que me sorprende bastante que esto no se haya tratado con la importancia que le corresponde. A continuación copiaré algunos párrafos y gráficos, y señalaré lo que a mí me parece importante, más abajo os pongo las fuentes.
Todo empezó a finales del año pasado. El gobierno chino, acostumbrado a tasas de crecimiento económico abrumadoras (cercanas a los dos dígitos), no vio con buenos ojos que la economía china se estuviese ralentizando durante el año 2014 (marcó su crecimiento más bajo en los últimos 25 años), de forma que ideó un plan para reimpulsar el crecimiento: la inyección estatal de enormes cantidades de capital en las bolsas con el fin de aportar a unas empresas ya muy endeudadas nuevas fuentes de financiación. El objetivo era que los índices bursátiles, que llevaban desde el año 2009 estancados, aumentaran de forma paulatina pero continua. Sin embargo, lo que consiguieron fue el inicio de un rally bursátil que creó una de las mayores burbujas de la historia.
Lo que seguramente no supo valorar bien el gobierno chino fue el impacto que tendría sobre sus propias bolsas el contexto internacional. Al fin y al cabo, el Banco Central Europeo (BCE) estaba ya a finales de 2014 urdiendo su nueva estrategia de Expansión Cuantitativa, consistente en inundar los mercados financieros de dinero para estimular la economía europea.
El efecto conjunto de la decisión de Pekín y del contexto de facilidad de endeudamiento tuvo como consecuencia el origen de la burbuja bursátil en las plazas chinas, que se puede ver en el gráfico adjunto. Cuando hay posibilidades de hacer un buen negocio y al mismo tiempo posibilidades para pedir dinero barato, la gente se lanza en tropel a invertir, endeudándose mucho si es necesario. La idea es comprar barato para vender caro, y puesto que este movimiento es realizado por muchos inversores, el precio de las acciones tiende a aumentar, de forma que queda asegurado que el precio de la acción que se compra aumentará con el paso del tiempo. Se crea un círculo virtuoso que anima a nuevos inversores a participar en la bolsa, impulsando todavía más los precios y la bolsa al alza. Mientras la burbuja continúa, sólo hay expectativas de ganar dinero. Se estima que más de 90 millones de pequeños inversores chinos, la mayoría sin apenas conocimientos financieros, se apuntaron a la ola de inversión en busca de dinero fácil y rápido.
Las burbujas aparecen cuando la actividad financiera, pensada en su origen para lubricar la actividad productiva, se aleja de ésta a una velocidad creciente. El rumbo normal de los acontecimientos debería ser que la bolsa aumentara al mismo ritmo que aumenta la producción, las ventas y los beneficios de las empresas que cotizan en ella. Pero si la bolsa aumenta mucho más rápido que estos indicadores de economía real, significa que se está produciendo una burbuja, y que el valor bursátil es una ficción que no tiene mucho que ver con la producción real de las empresas. Esto es lo que comenzó a ocurrir a finales de 2014: los índices bursátil de Shenzen y Shanghai se dispararon a pesar de que los beneficios empresariales de muchas compañías eran nulos o incluso negativos. En conclusión: se estaba gestando una burbuja. Entre enero del 2014 y el pasado 6 de junio, el Shanghai Composite llegó a elevarse un 142%, y el Shenzen casi un 200%.
Pero todas las burbujas estallan, porque se basan en una ficción y no en la realidad. Siempre llega un momento en el que el círculo virtuoso que provoca un aumento de los precios se detiene y se da la vuelta, convirtiéndose en un círculo vicioso que empuja los precios a la baja. Puesto que ya no hay negocio comprando acciones y vendiéndolas luego, a los inversores les entra el pánico y se lanzan a vender sus acciones a toda costa. Y la única forma de poder vender algo que nadie quiere es ofreciendo un precio muy bajo. La consecuencia lógica es que las ventas se disparan y los precios caen. Esto es lo que empezó a ocurrir el pasado 15 de junio.
Las alarmas saltaron el pasado lunes en la administración de Pekín, conscientes de que varias semanas de caídas no suponían un ajuste pasajero, sino el estallido de una burbuja sin precedentes. Las medidas que ha establecido el gobierno chino son de enorme envergadura (y muchas de ellas impensables seguramente en economías de mercado occidentales):
1) Ha obligado a los grandes brokers a comprar acciones por valor de 17.395 millones de euros a un precio superior al de mercado (si la gente quiere vender a 100, que compren a 110, por ejemplo, logrando así que los precios no caigan), con el objetivo de detener el estallido a costa de empujar a estos operadores a registrar pérdidas multimillonarias. Por cierto, esto es algo que ocurrió también en Estados Unidos en el crack del 29 y no tuvo ningún éxito.
2) Acaba de legislar para que las compañías de seguros puedan invertir también en el mercado para que actúen de contrapeso en la caída de la bolsa.
3) Ha prohibido a los grandes accionistas (los que tienen más de un 5% del capital social de una compañía) y a los directivos que vendan títulos de sus propias compañías, para reducir el volumen de ventas y la consecuente caída de los precios. La prohibición tendrá vigencia durante 6 meses.
4) Ha suspendido las nuevas salidas a bolsa.
5) Ha dado más facilidades de financiación para operar (ahora se puede presentar como colateral antigüedades o inmuebles).
6) Ha prohibido a las empresas estatales reducir su exposición al mercado, obligándolas a dar la cara y sufrir pérdidas si es necesario.
7) Ha instado al Banco Popular de China a inyectar más de 80.000 millones de dólares en el mercado interbancario para que no se sequen las transacciones financieras y en compras de acciones (fundamentalmente de pequeñas empresas) para intentar reflotar los índices.
Lo que sí está claro es que el ambiente de pánico ha afectado ya a plazas bursátiles de otros países, y que el efecto contagio podría ser mucho mayor. Seguramente si estas condiciones se hubiesen producido en una economía de libre mercado (más interconectada a otras economías similares y con características parecidas) las predicciones serían más fáciles de hacer, pero resulta que la legislación e instituciones chinas son muy particulares y ello hace muy difícil adivinar qué va a suceder. La única enseñanza clara que podemos extraer por ahora es que el gobierno chino no tiene tanto poder y control sobre su economía como siempre ha manifestado tener. Parece que las cadenas que los poderes políticos chinos le pusieron al libre mercado no son tan fuertes como para mantener contenida a la bestia.
Fuente:
http://www.lamarea.com/2015/07/09/que-esta-pasando-con-la-bolsa-de-china/
A esto habría que añadir una noticia de ayer:
El vertiginoso desplome superior al 30% que han vivido los mercados de China desde comienzos de junio ha dado paso, por el momento, un mini rally de dos días. Ayer el Shanghai Composite se disparó un 5,8% y vivió la mayor subida diaria desde marzo de 2009 y hoy ha ido por un camino similar que le ha deparado avances del 4,5% adicionales, hasta los 3.877 puntos.
Fuente: http://www.expansion.com/mercados/2015/07/10/559f623322601d65648b456b.html
Estamos ante una situación de importancia extrema, la primera/segunda economía del mundo se tambalea y esto va a afectar sobremanera a los mercados, sin excepción. Según he podido saber, la situación China, de seguir con esta incertidumbre, podría suponerle a España dos puntos del PIB, algo que sería bastante grave para nuestra economía, y dejaría la situación de Grecia en un chiste. Ya no hablemos de otros mercados como pueda ser el sudamericano.
Quizá me meta en demasiados charcos, pensaba abrir otro hilo de la compra masiva de Oro de ciertos países, pero en mi opinión esto es un aviso, estamos ciegos, solo vemos el dedo que señala a la Luna. Hay países que se están moviendo, países como Rusia y Suiza están comprando oro en cantidades extraordinarias, sistemas como el Finés están a punto de venirse abajo, y el valor del dinero como lo entendemos se va a venir abajo a medio-largo plazo. El capitalismo está dando sus últimos coletazos, y vivimos demasiado bien como para querer mirar al futuro y plantarle cara. Puede que algunos se hayan empezado ya a dar cuenta, puede que otros se den cuenta en unos 10 años cuando el sistema de pensiones se convierta en insostenible (echarán a la gente de 58~ años para que no puedan acceder a pensiones altas y tengan que conformarse con 1000€/mes), pero escribo este thread porque veo un futuro muy negro, creo que en España hemos vivido demasiado bien durante unos 40 años, y que no va a durar mucho, estos problemas nos va a pillar de lleno a nuestra generación.