Interesante pregunta, de verdad que no estoy siendo sarcástico. La encuentro atractiva no solo porque expone versadamente la incógnita de la ecuación (tal y como diría nuestro querido doctor Wilfred Douglas, en términos metafóricos, por supuesto), sino también porque has sido capaz de sintetizar la raíz y no precisamente cuadrada de dicho enigma sin prácticamente inmutarte, más bien diría yo y corrígeme por favor si me equivoco, con una total pasividad sin haber enmudecido como cabría esperar en una situación de tales dimensiones porque y créeme, no es una pregunta sencilla aunque es ahí donde reside la uténtica filosofía que por lo menos intenta, por qué vamos a engañarnos, no entorpecer la conyuntura establecida en una u otras formas pero que al fin y al cabo nos conduce a un mismo objetivo.
Claro está que no tienes por qué estar de acuerdo con ello, pero sí tienes la capacidad para al menos escoger qué derroteros seguir para que esa meta no culmine en un encalle y ya Dios no lo quiera en un naufragio, y de ser así, ¿quién se salvaría? Tierra a la vista sí, pero ya no disponemos de los medios para llegar hasta los entresijos que esconde, y con ello la imposibilidad de conquistarla y llegar a tener atisbo alguno para finalmente conquistar y conrear la susodicha. Y es por eso que tu interpelación es tan elocuente ya que de algún modo y hablaré desde mi persona, me ha hecho reflexionar y mostrarme en cierta manera dubitativo ante cuestiones que nunca antes me había planteado y dudo que me las hubiera llegado a imaginar.
Aunque si he de serte sincero, en estos momentos y desde una perspectiva casi simétrica que no asimétrica, la amalgama que puedo deducir derivada de tales posiciones, es que ni una ni la otra se comportan como cabría esperar, actúan de manera totalmente opuestas pero irónicamente lo hacen cual cómplices, una vesania, lo sé. Por lo que resumiendo un poco te diría que todavía no puedo darte una respuesta pertinente a lo que buscas, solamente conjeturas.