He tenido oportunidad de hablar alguna que otra vez con gente de esta religión, pero de forma, digamos, no oficial. Con dos compañeros del instituto en su momento.
El único tema polémico que yo veía (el resto lo tienen bastante bien argumentado) es, efectivamente, el tema de la sangre. Sobre todo en el caso de niños, porque de adultos cada uno hace lo que le da la gana con su vida. El soldado da su vida por un trozo de tela pintado de colores y el testigo por un trozo de papel escrito hace años. Qué mas da.
Obviamente no pude estar de acuerdo con ellos, aunque por lo menos, tanto padres como hijos se niegan con unos principios profundos que demuestran en su vida que creen en ellos. Creo que si condenamos a esta gente por este hecho, deberíamos de condenar a muchos padres descerebrados que hacen auténticas salvajadas sin principio ninguno.
Por ejemplo, ahora ponen videos de estos de las fiestas de toros en los pueblos, y es lamentable ver al típico padre que con el hijo en brazos intenta soltar al toro enbolao. O padres que quieren iniciar a los hijos muy pronto en deportes de riesgo como paracaidismo y similares y en ocasiones han provocado la muerte de sus hijos. Si los susodichos testigos merecen la condena social, esta gentuza creo yo que también.