Si los hombres estamos hechos para penetrar en el sexo, se esperaría que en el sexo gay hubiera más hombres buscando penetrar otros hombres, pero se da lo contrario, son muchos más los que desean recibir que dar, como si ser penetrado fuera más placentero que penetrar. Entonces ¿Por qué hay más pasivos que activos si los hombres estamos hechos para penetrar?
El placer sexual no está determinado exclusivamente por una supuesta "función biológica" de penetrar o ser penetrado, sino por una amplia gama de factores psicológicos, emocionales y culturales que influyen en cómo las personas experimentan y disfrutan el sexo. La noción de que los hombres están "hechos para penetrar" es una simplificación biológica que no tiene en cuenta la diversidad de experiencias humanas.
Aquí algunos puntos clave que pueden explicar por qué algunos hombres prefieren ser pasivos (o receptivos) en el sexo gay:
Placer físico: El cuerpo masculino tiene zonas erógenas que se estimulan mejor en la penetración. Por ejemplo, la próstata es una glándula situada cerca del recto que, al ser estimulada, puede generar un placer muy intenso. Muchos hombres disfrutan de esta estimulación, lo que puede hacer que prefieran ser receptivos.
Diversidad de deseos sexuales: La sexualidad humana es increíblemente variada. No todos los hombres experimentan el placer de la misma manera, y las preferencias sexuales pueden ir más allá de una función puramente "biológica" como la reproducción. A algunos hombres les resulta más excitante la idea de ser penetrados, mientras que a otros les atrae más penetrar, o incluso variar entre ambas opciones (versátiles).
Cuestiones psicológicas y emocionales: Algunas personas encuentran placer en la dinámica de poder que se asocia con los roles sexuales, donde el pasivo puede disfrutar el acto de "ceder" o ser receptivo, mientras que otros disfrutan de "tomar el control". Esto no necesariamente está vinculado con una identidad o un rol de género, sino con la manera en que cada persona experimenta la intimidad.
Normas culturales: En algunas culturas o subculturas, la penetración puede asociarse con el poder, la masculinidad o el dominio, y el ser penetrado puede percibirse de formas diferentes, como una forma de vulnerabilidad o apertura emocional que algunos disfrutan. Sin embargo, estas asociaciones son construcciones sociales y no reglas universales sobre el placer.
Preferencias individuales: Cada persona tiene sus propias preferencias y formas de experimentar el sexo. No hay una regla que diga que todos los hombres deban disfrutar de una misma forma o tener los mismos deseos. El hecho de que haya más hombres que prefieran ser pasivos puede ser simplemente una cuestión de diversidad en las preferencias.
El sexo es mucho más que una función biológica y, en la diversidad de la experiencia humana, no hay un único "modo correcto" de disfrutarlo.
#14 Si el punto G estuviera en la próstata, las mujeres tendrían un clítoris tan grande como un pene para penetrar a los hombres y así estimularselos. Ahí si tendría sentido.
¿Por qué hay más pasivos que activos si los hombres estamos hechos para penetrar
No es cierto, la gran mayoría de la población está estructurada social y económicamente para poner el culo ante la minoría en el poder (gobiernos, grandes empresarios, etc...)
Es normal que esto se acabe reflejando en la sexualidad.
y de donde sacas que hay más pasivos que activos?
en cualquier caso, el hecho de que el punto G esté en el ano explicaría que haya más pasivos
#18 Quien los entiende. Cuando subía caricaturas pedían que dejara de hacerlo y ahora que no lo hago porque me lo prohibieron las extrañan. Pónganse de acuerdo entonces y pidan a los moderadores que me den permiso para volver.
A ti alguna vez te han petado el ano? El hotel lo pongo yo, en Madrid, y descubrirás el reverso tenebroso de la fuerza.
Me has recordado una teoría que soltaba el fantoche de Jodorowsky. Sostenía que un hombre casado con amante nunca puede ser considerado infiel, porque la polla, independientemente de la vagina que penetre, siempre mantiene la misma forma. En el caso de una mujer, sí hay infidelidad, porque la vagina se adapta a la forma de la polla que la penetra.
Y se quedaba tan pichi XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
Los hombres en principio estamos hechos para copular con hembras para procrear. Al salir de ahí entonces lo más probable se convierte precisamente en lo contrario.