Saludos.
Tengo un niño de 20 meses, hace 8 meses, dormir toda la noche del tirón era un lujo oriental del que no podía disponer, me he deslomado la espalda ayudandole a caminar, en ocasiones cuando esta cenando se engorila y tira el plato de la comida al suelo sin previo aviso.
Me pega patadas, me chafa los pies, me da unos arañazos en plan ninja que ni los veo venir y voy al trabajo como si me hubiera follado a un gato.
Sin embargo, cuando salgo del curro, llego a casa y me lo veo con su sonrisa pillina y la expresión de alegria en sus ojos al verme, se me cae la mala hostia al suelo y no puedo explicar con palabras lo feliz que me hace sentir el jodio enano.
Esa es la verdad de los hijos, tu vida ya no es tuya, tu tiempo ya no es tuyo, es muy duro criar a un hijo, pero compensa muchisimo, y la vida no acaba ahi, yo me he ido con el a Andorra a esquiar (nos turnabamos para cuidarlo), me lo llevo los sabados a almorzar con los colegas e incluso a alguna cena (volviendo pronto) y no encuentro a faltar la fiesta.
Un saludo.