El barrio en el que vivo, Balsall Heath, en Birmingham, en las Midlands inglesas, es uno de los barrios con mayor afluencia de población de raíces islámicas en una de las ciudades con más musulmanes del Reino Unido, hasta el punto de ser erróneamente acusada como una ciudad "sólo para musulmanes" en la cadena de televisión estadounidense Fox. Sin embargo a día de hoy es una zona con un índice de criminalidad bajo en relación al resto de la ciudad y en el que personas de distinto trasfondo conviven sin que existan tensiones reseñables. Pero esto no siempre ha sido así. Con este hilo no pretendo establecer conclusiones sobre los problemas o beneficios de la multiculturalidad, sólo exponer la historia de un caso particular que conozco bien sin afirmar que este caso sea o debiera ser extrapolable a otros lugares. Sólo busco dar a conocer la historia de un barrio, y que cada uno saque las conclusiones que crea oportunas.
Ladypool Road
Balsall Heath comenzó como un asentamiento agrícola en la carretera que unía el centro de Birmingham con la villa de Moseley, el siguiente asentamiento urbano, a 6km al sur de la ciudad. Un insignificante punto de paso en un tiempo en el que las distancias eran mucho mayores. Sin embargo la revolución industrial llegó y Birmingham, una de las urbes punteras en el proceso de industrialización, comenzó a crecer a ritmos agigantados. Las distancias comenzaron a reducirse, y el asfalto comenzó a devorar los caminos y pastos en un proceso que inspiró a Tolkien (en aquel entonces residente en un pueblito de lo que ahora es el sur de Birmingham) a narrar la historia de los orcos en Isengard y su afán por destruir la naturaleza.
Es así como al final de la época victoriana y principio del siglo XX se construyeron los baños públicos de Balsall Heath, con una librería pública gratuita adyacente. Se empezaron a construir viviendas y Balsall Heath dejó de ser un emplazamiento rural a las afueras de Birmingham para pasar a ser un distrito de la urbe en crecimiento. También comenzó a asentarse en el distrito una pequeña comunidad islámica procedente principalmente del Yemen y en 1940 se abriría en Balsall Heath la primera mezquita de Birmingham y la que aún sigue siendo la principal mezquita de la ciudad.
Birmingham Central Mosque
Fue entonces cuando la Segunda Guerra Mundial llegó. Birmingham sufrió con dureza el castigo de las bombas alemanas, pues de esta ciudad dependía en gran medida la producción militar británica. Los baños de Balsall Heath sirvieron como improvisado hospital para atender a las víctimas. Tras la guerra la infraestructura de todo un país que había crecido al ritmo de la revolución industrial se tambaleaba. La necesidad de mano de obra para dar soporte a la recuperación hizo que el Reino Unido mirara a sus colonias. Durante los años 50 y 60 se produjo un flujo constante de inmigrantes a Inglaterra desde sus antiguos territorios en el Caribe y el sur de Asia.
Balsall Heath Baths and Library
Estos inmigrantes comenzaron a establecerse en aquellos lugares donde la vivienda era asequible, existían buenas comunicaciones y oportunidades para trabajar, había ya comunidades asentadas y, además, les dejaban vivir (en aquel entonces no era extraño que los anunciantes de viviendas de alquiler añadieran la frase "no blacks, no Irish, no dogs" a sus anuncios). Si en Londres fue Brixton la zona que cumplía estas características, en Birmingham fue Balsall Heath.
Fue así como un barrio todavía plagado de zonas semiderruidas y carente de muchos servicios que sí se podían encontrar en otras partes de la ciudad comenzó a convertirse en el asentamiento de muchos inmigrantes de primera generación y a albergar una población para la que la zona nunca estuvo preparada. Fue así como Basall Heath comenzó a convertirse en un foco de pobreza y, en consecuencia, de delincuencia y prostitución. Sobre las ruinas comenzaron a levantarse chabolas que carecían de conexión al alcantarillado o suministro de agua potable.
A principios de los 70 Balsall Heath ya era conocido como el "barrio rojo" de Birmingham con más de 200 prostitutas recorriendo las calles de Varna Rd o Princess St. Las condiciones de miseria forzaron a muchas mujeres a la prostitución, cuando no eran directamente forzadas por sus parejas o familiares, y la cercanía al centro de la urbe permitía la afluencia de clientes. El historiador Kieran Connell describe que la mayoría de prostitutas eran blancas y que muchos de los chulos eran de origen asiático. El estigma de las relaciones mestizas, el deseo de sacar a los niños de ese lugar, la imposibilidad de muchos inmigrantes para trabajar debido a cuestiones raciales y otros factores contribuyeron a que Balsall Heath se convirtiera en un foco de prostitución conocido en todo Inglaterra. Y con dicha fama llegaron otros problemas asociados a la delincuencia.
Varna Road, fotografiada por Janet Mendelsohn
Muchos denunciaban la pasividad de la policía, que prefería mantener a los inmigrantes dentro de estos guetos y no inmiscuirse. Si una prostituta acudía a las autoridades buscando ayuda, la respuesta solía ser que se mudara fuera de Balsall Heath, algo que no podía permitirse ante la imposibilidad de deshacerse de una vivienda en una zona estigmatizada. En los 80 Balsall Heath ya era una zona sin ley dentro de la ciudad. La prostitución había alcanzado tales cuotas que los políticos se planteaban abrir prostíbulos bajo la tutela del estado en los que las mujeres pudieran ejercer con más garantías que en las calles. El gobierno y la sociedad ya había dado la espalda a Balsall Heath como un caso perdido, pero muchos vecinos del barrio no estaban dispuestos a renunciar.
A finales de los 80 la orden católica de las Hermanas de la Caridad dio soporte para comenzar una organización de prostitutas que ayudara a las mujeres a defenderse y organizarse. Más adelante, a principios de los 90, Abdullah Rehman, un joven inmigrante de segunda generación que trabajaba en la tiendecita de su padre, decidió dar el primer paso y formar un grupo de vigilancia vecinal. Vecinos de distinto trasfondo y credo, además de algunos estudiantes que se habían establecido en el barrio dada su cercanía a la universidad y los bajos precios de la vivienda, comenzaron a patrullar las calles que la policía había dejado de lado.
Raja Amin, otro de los fundadores en 1994 de este grupo de vigilancia vecinal, decidió copiar las técnicas que utilizaban el sindicato de los trabajadores del ferrocarril, del que era miembro. Comenzaron a organizar marchas con pancartas para denunciar los problemas del barrio y, más adelante, establecieron piquetes en los accesos al barrio más frecuentados por aquellos que querían contratar los servicios de las prostitutas. Apuntaban las matrículas de vehículos sospechosos mientras sostenían carteles con mensajes como "Tu mujer se acabará enterando". En solo seis meses desde la formación de este grupo la delincuencia se redujo en dos tercios.
Tanto éxito atrajo la atención de distintos medios. Mezquitas, sinagogas e iglesias incrementaron su apoyo al grupo y a los vecinos de Balsall Heath organizando actividades comunitarias en conjunto. En 1995 la delincuencia prácticamente había desaparecido. Dos años de unión entre los vecinos y miembros de la comunidad fueron suficientes para acabar con un problema que había asolado el barrio durante décadas. Muchas de las viviendas comenzaron a remodelarse, la atención hizo que el gobierno local comenzara a invertir en sustituir chabolas con viviendas más adecuadas y la calle con más prostitutas de Inglaterra, Varna Road, pasó a ser completamente un producto del pasado al reurbanizarse la zona del barrio en la que esta se encontraba.
Este fue el comienzo de un proceso de transformación del barrio que continúa a día de hoy. Si bien este proceso está siendo lento, también está siendo ininterrumpido y ni el tornado que causó cuantiosos daños materiales en 2005 en varias calles del barrio ha acabado con la determinación de los vecinos. El último paso fue la aprobación de un plan de desarrollo vecinal en un referéndum que pudimos votar todos los vecinos, el cuál fija las condiciones para replanificar algunas zonas del barrio que siguen pendientes de mejora.
Hoy Balsall Heath es un lugar multicultural en el que existen al menos tres mezquitas, cuatro iglesias (dos anglicanas, una católica y una bautista), un templo sij y una sinagoga según mis propias cuentas. La mayoría de vecinos son familias de inmigrantes de segunda o tercera generación provenientes del sur de Asia, además de inmigrantes de otras procedencias y estudiantes y jóvenes que se ven atraídos por los bajos precios de las viviendas de la zona. Es el lugar de origen del "balti curry", una preparación de curry típica de Birmingham muy popular en el Reino Unido y, aunque no venden alcohol en las casas de curry tradicionales, uno puede llevar su propia bebida y disfrutar de una estupenda cena a un precio muy asequible. En Balsall Heath se encuentra uno de los mejores pubs de Birmingham, un antiguo pub reabierto por su actual propietario de origen sij el cuál además de servir una amplia selección de cervezas "ale"; ofrece platos tradicionales indios en un pub de los de toda la vida. También se encuentra "the Ort", un centro social en el que puedes aprender idiomas o tomarte una cerveza mientras juegas al futbolín. Balsall Heath hoy es uno de los pocos barrios de Birmingham en los que he visto a los niños jugando en el parque cuando el sol se ha puesto y sólo queda la iluminación de focos y farolas.
A día de hoy los baños de Balsall Heath llevan abiertos más de cien años y, aunque la amenaza de cierre por su deterioro es inminente, a su alrededor esperamos que siga floreciendo un barrio tranquilo y con sentido de comunidad.
Fuentes: The Guardian / The Guardian / Birmingham Mail / Ghost Streets of Balsall Heath / Birmingham City Council