Hoy no he dormido solo, hoy me ha acompañado como me acompañó tiempo atrás, espectador mudo de los años en su memoria de tela guardó tanto recuerdos como el polvo acumulado por pasarse la vida olvidado...
Mis lágrimas acariciaron su suave tacto, nariz humedecida por mi llanto, ambos permanecimos abrazados ante los pasos ya inconfundibles de una noche solitaria como tantas otras.
Escuchando mis palabras con tu fria mirada a la que sin saberlo me acostumbré, ahí estabas... a mi lado, haciendo tanto y tan poco, que agradecertelo podría quizás, con el paso de los dias... pues fiel permaneces a mi, nunca te has ido, siempre has estado ahí.
Casi derrotado sólo me quedaba una sonrisa que dedicarte, un tierno abrazo con el que ambos caimos en el sueño, un sueño que nos libra de este mundo... que nos permite huir, para luego volver y torturarnos... condenados dia tras dia a la misma historia, vuelta a empezar.
Pero pese a todo ello me dormí... dejé de estar allí para irme muy muy lejos, a recordar mi viejo castillo derruido en las nubes, testigo olvidado de tiempos en los que los cuentos de hadas eran tan reales que podían rozarse...
Y cuando desperté... seguias ahí, otros quizás pero tu...tu no he fuiste, no me fallaste, tu seguias ahí como al principio...
Mi compañero de la infancia y mi gran amigo olvidado (cosa que me apena profundamente).
Tributo a mi "petete", el peluche de perrito ke ha pasado a mi lado todos estos años.