... y otros animales en la Segunda Guerra Mundial
El otro dia estaba hablando con una amiga sobre su perro y como le esta enseñando a hacer cosas, y me acorde de una clase de Psicologia hablando sobre el experimento de los perros de Pavlov, nuestro profesor nos hablo que el Ejercito Rojo uso un experimento muy parecido para destruir tanques alemanes
Para situarnos un poco y para quien no sepa de que trata ese experimento lo voy a resumir brevemente. Este experimento usa el "Condicionamiento clasico". Se basa en conseguir una respuesta ante un estimulo, aunque este estimulo no sea el causante logico de esta respuesta. Como seguramente me explico algo mal...al perro se le servia la comida con una señal de timbre, asi que cuando el perro veia la comida salivaba (Respuesta logica ante un estimulo). Tras tener a los perros varios dias asi, Pavlov demostro que simplemente con tocar el timbre (sin presencia de comida), el perro ya salivaba
Tras este rollo (aunque recomendable leerlo para entender mejor el trabajo de estos perros), cuento la historia:
Los perros fueron usados por la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial, contra los tanques alemanes. Los perros no se alimentaban durante unos días, entonces se entrenaban para encontrar comida bajo un tanque. Los perros rápidamente aprendieron que ser liberados de sus rediles significaba salir corriendo hacia donde un vehículo objetivo que estaba aparcado y encontrar comida. Una vez entrenados, los perros se equiparían con una carga explosiva y se les soltaría en un campo de tanques alemanes acercándose y otros vehículos objetivo. Cuando el perro estuviera debajo del tanque (donde había menos blindaje) la carga detonaría y dañaría el vehículo enemigo.
Según la propagando soviética, los perros antitanque tuvieron éxito inutilizando unos supuestos 300 tanques alemanes. Fueron un verdadero problema para el avance nazi que los alemanes tuvieron que tomar medidas contra ellos. La colocación de una ametralladora montada en la parte superior del vehículo blindado resultó ineficaz debido al tamaño relativamente pequeño de los atacantes y el hecho de que estaban cercanos al suelo, eran rápidos y difíciles de ver. Se dieron órdenes a cada soldado alemán de disparar cualquier perro a la vista. Finalmente los alemanes comenzaron a usar lanzallamas montados en los tanques para desviar a los perros. Tuvieron mucho más éxito al disuadir los ataques, pero algunos perros no pararían, ni por miedo al fuego ni por miedo a ser quemado.
Sin embargo, en 1942 un uso de los perros antitanque se torció gravemente cuando un gran contingente de perros antitanque se volvieron locos, poniendo en peligro a cualquier unidad de la batalla y forzando la retirada de una división soviética completa. Poco después los perros antitanque fueron retirados del servicio.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Perro_antitanque
El uso de animales en la IIGM fue bastante frecuente en ambos bandos. El atraso en las comunicaciones del ejército Francés de 1940 le llevo al uso de palomas mensajeras, por lo que provocaron que la Whermacht entrenara halcones para inteceptar el uso de estas palomas y las que posteriormente usaria la Resistencia.
El proyecto estadounidense X-Ray propuso la sujeción de cargas minúsculas de napalm a millares de murciélagos para liberarlos sobre Japón. El plan se abandonó después de que los murciélagos escaparan y destruyeran un hangar y el coche de un general en Nuevo Méjico
Los ingleses crearon lo que se conoce como “La cruz de la victoria para animales”, la medalla Dickin. Entre 1943 y 1949 se concedieron 54 medallas Dickin: 32 para palomas, 18 para perros, 3 a caballos y 1 para un gato. Uno de los perros condecorados se llamaba Rob, que realizó más de veinte saltos en paracaídas realizando misiones secretas tras las líneas enemigas en la Segunda Guerra Mundial. El único gato condecorado se llamaba Simón, era un gatín pequeño, blanco y negro, que viajaba a bordo de la fragata real inglesa Amethyst por el río Yangtze, en China. El barco fue atacado y parte de la tripulación murió y Simón, con cuatro heridas de metralla, quemaduras y un buen susto, continuó cumpliendo con su deber que era deshacerse de las ratas del barco. Simón que vivió toda su vida en el mar, murió cuatro días antes de recibir su medalla