Aviso a navegantes
9 de Octubre de 2006 - 15:55:51 - Luis del Pino
Hoy nos despachamos con la constatación de dos nuevas mentiras y ocultaciones en el sumario del 11-M. Libertad Digital desvela que en el piso de Leganés aparecieron datos referidos a los movimientos de un comando etarra que operaba en Pamplona. Como sucede con los informes del ácido bórico, lo sustancial no es el propio contenido de los documentos, sino que la CGI ocultara esos documentos al juez Del Olmo.
El Mundo, por su parte, repasa las mentiras del comisario Santano ante la Comisión 11-M, en lo que respecta a la participación de policías a sus órdenes en la presunta desactivación de la presunta mochila presuntamente vallecana. Al final, a la hora de analizar el sumario, en lugar de hacer la lista de mentiras vamos a tener que elaborar la lista de verdades. Ahorraremos papel y el medio ambiente nos lo agradecerá.
Pero la noticia más importante que hoy se publica no es ninguna de ésas, sino la que aparece en la página 20 de El Mundo. Repasemos los antecedentes. Hace ya un par de semanas que el PSOE ha puesto en marcha una campaña para denunciar el "ascenso de la extrema derecha". Repiten la cantinela en todos los mítines: el PP es la extrema derecha, quien investiga el 11-M es la extrema derecha, los periodistas díscolos son la extrema derecha, ... Ayer, el periódico El País hacía su aportación a la campaña, sacando en portada una noticia en la que se afirmaba que "los expertos" (¿Telesforo? ¿Pepiño? ¿Alfredo?) calculan en unos 10.000 los militantes de grupos ultras y nazis.
Pues bien, hoy podemos leer en la página 20 de El Mundo una noticia cuyo titular reza así: "Doce skins agreden a 14 jóvenes que hacían botellón". Al leer el cuerpo de la noticia, nos enteramos de que la agresión se produjo en Valencia; nos enteramos de que esos skins iban armados con navajas, puños de hierro y cadenas; nos enteramos de que en los coches de esos skins se encontraron "panfletos con mensajes antisemitas, xenófobos y en contra de la inmigración" (sic), ... Es decir, un ejemplo perfecto de esos ultras a los que se refería ayer El País, de esa extrema derecha contra la que alerta Zapatero, ¿verdad?
Pero la sorpresa salta cuando uno continúa leyendo la noticia hasta el final y descubre que, entre los 12 skins, hay... un moldavo, un ruso y diez cuya nacionalidad no se menciona. ¡Cáspita! ¡Caray! ¡Pardiez! ¿Un moldavo y un ruso partiendo la cabeza a la gente mientras reparten panfletos contra la inmigración? ¡Caramba! ¡Córcholis! ¿Y quién pagará, me pregunto yo, a ese moldavo y a ese ruso para que repartan esos panfletos? ¿Tanto se han reducido los presupuestos de la Sección de Actuaciones Especiales e Intoxicación que ya no les da ni para contratar ultras de origen nacional?
El lector se estará preguntando que qué tiene que ver todo esto con el 11-M. Pues tiene que ver mucho. Más de lo que se pueda imaginar. Montar falsos atentados de falsas tramas de ultraderecha es tan sencillo como montar falsos atentados de falsas tramas islámicas. Basta con usar a los asalariados oportunos en cada momento... y con poner en marcha las oportunas campañas de "preparación del ambiente".
Aviso a navegantes: nada es casual. No lo es, desde luego, la "campaña de concienciación" sobre la extrema derecha que han puesto en marcha el Gobierno y su medios afines. A medida que vayamos acercándonos a la verdad del 11-M, podría haber quien sienta la tentación de tapar el escándalo con una falsa asonada ultra. Me recomiendan que avise del peligro y así lo hago. Como también me recomiendan que avise a todos los miembros de las FyCSE y de los servicios del Estado para que estén al loro. Y para que informen a los medios de comunicación independientes de cualquier movimiento extraño que puedan detectar. Más que nada, por si acaso.