#149 El problema va más allá de lo que el el Ministerio Fiscal haga o deje de hacer. Para entender bien el derecho penal hay que ir a sus principios más básicos vistos desde un punto de vista de un Estado de Derecho. La concepción del derecho penal no es una concepción represiva sino preventiva. Para que el resto de poderes del Estado vea el derecho penal como algo preventivo, los primeros que tenemos que observarlo como tal somos los propios ciudadanos y el conjunto social. Sin embargo, si sales a la calle y hablas con la gente normal (gente que no sabe mucho de derecho) llegas a la conclusión de que si fuera por ellos irías a la cárcel 30 años por atropellar y matar a alguien sin querer con el coche (lo que viene a ser un homicidio imprudente).
Aunque parezca mentira, el derecho penal español ha ido sufriendo un endurecimiendo sistemático durante los últimos 30 años. Se ha pasado a tipificar como delito una serie de conductas que antes no lo eran o que en otros países consisten en una sanción administrativa (por ejemplo los delitos contra la seguridad vial, o las medidas de seguridad relativas a la responsabilidad penal del menor). Se ha dado más importancia a las penas de prisión que a las propias multas (si ves las penas de multa del código penal te da la risa) y lo peor de todo es que la gente está de acuerdo con ello.
Como consecuencia tenemos uno de los códigos penales más duros de Europa y una de las poblaciones de reclusos que más se ha incrementado, como dijo el ex Fiscal General del Estado, nuestro código penal es para "ladrones de gallinas" y esto es así porque el legislador se ha hecho eco del sentimiento social, la gente percibe el derecho penal como un derecho puramente represivo y demanda continuamente penas más duras. Los órganos judiciales (jueces y magistrados) y el ministerio fiscal actúan en la misma sintonía y buscan castigar todo lo que se pueda desde el minuto 1, lo cual incluye pasarse por el forro las garantías constitucionales.
