Las citadas fuentes sostienen que la Federación española de entidades Religiosas Islámicas (Feeri), compuesta por más de 200 asociaciones, ha celebrado varias reuniones en las que ha abordado la creación de un partido musulmán que estaría orientado por Justicia y Caridad. La última habría tenido lugar hace aproximadamente un mes en Barcelona. La Feeri, sin embargo, asegura que nadie de su consejo de Gobierno ha participado en algo así ni la organización como tal ha dado el visto bueno a reunión alguna.
Sí reconocen que, a título particular, desde hace un año están recibiendo sugerencias sobre la creación de un partido musulmán, pero que la Federación siempre lo ha desaconsejado. «Nosotros colaboramos con los partidos políticos existentes. Ni es el momento de crear una formación de esas características ni es fácil averiguar quiénes se esconden tras esas iniciativas y qué objetivos reales esconden», sostienen.
Los representantes de la Feeri recuerdan que un plan semejante fracasó hace unos años con la creación del PRUNE (Partido del Renacimiento y de la Unión de España), una formación musulmana surgida en 2010 en Granada que se presentó en las municipales de 2011 en varias ciudades. Su fundador fue el escritor Mostafa Bakkach El Aamrani, ya fallecido, que entonces era vicepresidente de la Feeri.
Bakkach era contrario a la prohibición del velo integral en espacios públicos. Se oponía a la ablación o a la lapidación en España «porque está prohibido», pero se negaba a «entrar en lo que hagan otros países». Y vaticinaba que «en el futuro, seguro que uno de nuestros hijos será concejal o presidente del Gobierno». Fuentes de la Feeri recuerdan que todo el Consejo de Gobierno de aquellos años fue impugnado y relevado por su vinculación con el monarca alahuita, que incluso llegó a respaldar económicamente al organismo. Sin embargo, ni este fracaso ni esta falta de receptividad han desanimado a las formaciones marroquíes.
En las redes sociales se pueden localizar perfiles que encajan con lo que estas formaciones buscan. Es el caso de una estudiante de Ciencias Sociales, integrante del grupo de jóvenes de Catalunya en Comú, que ha difundido su apoyo a «transformar la sociedad por medio de la formación islámica de los individuos y de la acción política y social, a partir de la toma de poder por vía democrática». «¿Que nunca haya habido un final victorioso significa que ahora tampoco? Los tiempos han cambiado, las sociedades con ellos y nuestros jóvenes activos, también», escribe también la joven.
Justicia y Caridad está prohibida por Mohamed VI por su radicalidad, pero es la formación con mayor respaldo en Marruecos. En España tiene estructura en todas las provincias. Un delegado suyo fomenta las relaciones con autoridades locales dirigidas por la cúpula desde Marruecos. «En poblaciones de cierta entidad, es difícil encontrar un solo alcalde que no haya tenido trato con ellos», dicen las fuentes consultadas.
En cuanto a Justicia y Desarrollo, está en el Gobierno pese a los esfuerzos del monarca por cortocircuitarla. El objetivo de ambas formaciones serían los casi dos millones de musulmanes residentes en España.