El expresidente catalán, de 87 años, lleva varios días hospitalizado
El expresidente de la Generalitat de Cataluña Jordi Pujol i Soley, de 87 años, se encuentra hospitalizado en una clínica de Barcelona con una fuerte neumonía, según han confirmado fuentes de su entorno. Pujol, apartado de la vida pública desde que estalló el llamado caso Pujol, lleva varios días ingresado sin que haya trascendido públicamente su estado, aunque la agencia Efe dice que su situación no reviste gravedad y que solo está aquejado de un fuerte resfriado. Sus hijos se encuentran en la capital catalana, al igual que su esposa, Marta Ferrusola.
El fundador de Convergencia Democrática de Cataluña y presidente catalán entre 1980 y 2003 fue visto votando el pasado 21 de diciembre en las elecciones autonómicas catalanas junto a su esposa, Marta Ferrusola. El 18 de diciembre acudió a una misa de homenaje al exconsejero Joaquim Forn, preso en la cárcel madrileña de Estremera. El expresident no ha podido celebrar Sant Esteve, el pasado 26 de diciembre -una festividad eminentemente familiar en Cataluña-, víspera del día en que se puso enfermo.
Pujol, imputado por blanqueo de capitales y apeado del tratamiento de Molt honorable, ha reducido su actividad a un reducido grupo de personas de confianza y en los últimos años ha ido rebajando su presencia en actos públicos. Casado con Marta Ferrusola y padre de siete hijos, la mayoría de ellos imputados en casos de corrupción, el expresidente suele caminar con bastón y pasa gran parte de su tiempo en la casa paterna de Premià y, sobre todo, en Queralbs.
Denostado públicamente por el partido que fundó (Convergència), ha seguido en contacto con algunos dirigentes de la formación, incluido Artur Mas. Esta ruptura con lo que fue su creación estalló cuando el 25 de julio de 2014 confesó que su familia había mantenido una fortuna oculta a Hacienda durante más de tres décadas.
El expresident Pujol y su esposa están imputados en la Audiencia Nacional por los delitos de blanqueo de capitales y fraude fiscal en relación con el origen de la fortuna oculta en Andorra. Por esos mismos hechos están imputados también varios de sus hijos. El primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, ha salido esta misma semana de prisión tras consignar una fianza de medio millón de euros. Su padre ya estaba hospitalizado cuando el primogénito abandonó el penal. Ha creado la Asociación Serviol, dedicada al “fomento del pensamiento de la sociedad catalana”, pero que en realidad es una página web que publica sus escritos.
Desde ese 25 de julio de 2014, los Pujol han buscado formas de rehabilitar la figura del exmandatario nacionalista y de recuperar parte de su prestigio perdido. Una de las obsesiones de Pujol tras la confesión es saber cómo pasará a los libros de Historia. Si pesará más el asunto del fraude fiscal (aún no aclarado) o su obra de Gobierno durante los 23 años que estuvo al frente de la Generalitat.
Hay gente que debería morir en la cárcel, y este chovinista es uno de ellos.
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