Los días en que la presión me oprime el pecho y no tengo la posibilidad de conducir para quitarme el estrés, me dedico a jugar.
A pesar de tener mucha presión, tengo mucho tiempo libre también. Es algo raro, porque por motivos profesionales, cuando estoy trabajando tengo que estar al 200% puesto que algún fallo tonto pueden suponer (y no es broma) cientos de miles de euros.
El caso es, que al trabajo tengo que llegar 100% relajado o ya empiezo con mal pie.
Menos mal que tengo un equipo de profesionales siempre apoyandome y trabajando mano a mano conmigo.
Jamás le di mucha importancia a los videojuegos, a pesar de que estuve dos años completos de mi vida dedicados al wow (cogi 20 kg de peso xdddss) pero ahora me doy cuenta de que me hace bien.
Me quita de pensar y de obsesionarme con el trabajo un par de horas y eso está bien.