Pues porque los representantes políticos son los depositarios de nuestros derechos políticos más importantes y no pueden ser sometidos a un requisito absurdo como es recoger un papel para tener su cargo.
Pues yo de esto discrepo. Ahora quizás nos parezca una chorrada e incluso a algunos, por puro interés, hasta les parezca bonito, pero igual no nos hace tanta gracia el día que empiecen a salir elegidos como parlamentarios individuos que defiendan abiertamente que Hitler se quedó corto, que en Europa hay que instaurar la Sharia o que los homosexuales están mejor colgados de una grúa.
Vivimos una etapa en la que los populismos y los extremismos están en plena eclosión y quizás los sistemas democráticos occidentales sí que deban establecer algún tipo de filtro, como recoger un papelito o jurar el acatamiento de ciertas normas mínimas de convivencia, con el fin de protegerse ante determinados sujetos o corrientes ideológicas.