Pregunta (P): Antes de nada, felicidades por tus vídeos. El primero tiene más de 2 millones de visitas y el segundo ha superado las 800.000 en menos de un mes. ¿Qué te motivó inicialmente para empezar esta serie?
Respuesta (R): Me motivó la crisis financiera y lo que parecía ser una cobertura incompleta en la prensa de las explicaciones alternativas a las ideas keynesianas. Me pareció que la idea de que el gasto del Gobierno vía déficit pudiera curar una crisis de deuda era extraña al sentido común, y después de estudiar el tema llegué a la conclusión de que era una idea sencillamente errónea.
Las ideas de Mises, Hayek y la Escuela Austríaca de Economía me parecieron mucho más realistas. Así que, dada mi experiencia como director y profesional de la televisión, pensé que podría aportar mi grano de arena para popularizar estas ideas. Contacté con Russ Roberts, mi economista favorito, y juntos desarrollamos EconStories y estos dos vídeos de rap.
P: ¿Cómo te sientes por haber conseguido que millones de personas vean vídeos sobre teoría económica? Hasta ganasteis un Sammie por el primer vídeo. ¿Esperabas este éxito?
R: Buscábamos que tuvieran éxito, obviamente, pero era imposible imaginar el impacto que realmente tendrían. Es especialmente increíble considerando cómo distribuimos el contenido: a través de Youtube y sin apenas ningún tipo de marketing directo. La mayoría del éxito ha venido de personas que han compartido el vídeo con sus amigos en las redes sociales y dispositivos móviles. Es muy emocionante, para alguien que viene del mundo mediático tradicional, crear una nueva marca de éxito como EconStories. La cobertura de la prensa que hemos recibido por nuestro esfuerzo ha sido asombrosa.
Quizás nuestro impacto quedó mejor ilustrado por el hecho de que fuimos invitados al evento "Buttonwood Gathering" organizado por The Economist, donde había una sala llena de premios Nobel e importantes políticos a los que proyectamos nuestro vídeo. Creo que Mervyn King, el gobernador del Banco de Inglaterra, disfrutó de nuestra presentación. Pensar que a partir de una pequeña idea hemos logrado estar delante del dirigente de uno de los más antiguos e influyentes bancos centrales del mundo, criticando sus métodos, es increíble.
P: ¿Cuál es la reacción que te ha sorprendido más?
R: La de los profesores y padres de todo el mundo que nos han contactado para agradecernos que diéramos vida a estas ideas. Muchos nos han dicho que estos vídeos son lo más grande que ha sucedido para sus clases de economía. Estamos teniendo un impacto real en la educación económica. Las ideas de Hayek se están difundiendo en lugares que antes no habían escuchado hablar de él.
P: Dada tu experiencia, ¿cuál es tu visión sobre el papel que puede ejercer internet para cambiar los paradigmas económicos?
R: La distribución gratuita de contenidos nos permite explorar estas ideas desde miles de posiciones estratégicas. El resultado, en mi opinión, es que la educación formal se transformará en una experiencia mucho más interactiva, ya que buenos vídeos pueden lograr explicar mucho mejor que la mayoría de los profesores.
¿Por qué repetir una y otra vez la misma antigua lección cuando puedes encargar a tus alumnos el visionado de un vídeo para luego dedicar la clase a discutir sus ideas en una tertulia? Ése es el futuro. Pero aún más importante es que el futuro es desconocido, por lo que tener variedad de posibilidades es crucial. Una educación normalizada, con el mismo procedimiento para todos, es una reliquia de la vieja tecnología y la mala política gubernamental.
P: ¿Qué opinas sobre el origen de la crisis?
R: Creo que la crisis actual se originó principalmente por las políticas de dinero fácil de la Reserva Federal (FED) y otros bancos centrales del mundo que siguieron sus pasos durante la década del 2000. Es una recreación idéntica de las décadas de 1920 y 1930. El dinero fácil infla las burbujas, y luego las restricciones monetarias conforme la gente está necesitada llevan al caos y al pánico.
Además, en EEUU se cometieron numerosos errores institucionales que impulsaron artificialmente la inversión inmobiliaria y, en general, la inversión en activos de riesgo. En resumen, tuvimos una combinación de políticas gubernamentales tóxicas:
Tipos de interés artificialmente bajos provocados por la expansión de crédito de la FED.
Una escasa disciplina entre muchas firmas financieras debido a las expectativas creadas por décadas de rescates públicos (excepto para Lehman Brother).
Intervención a gran escala del Gobierno mediante corporaciones gubernamentales (Fannie y Freddie, y ahora FHA) que podían pedir prestado barato gracias a la garantía implícita del gobierno federal (ahora explícita).
Una relación ilícita entre las agencias de rating, grandes inversores y los reguladores que crearon un cartel de facto para las agencias de rating y estimuló la demanda de los inversores de los activos AAA de alto rendimiento.
En resumen, no tuvimos "laissez faire" -es decir, mercado libre-. Culpar de la crisis a la "avaricia" es como culpar del accidente de un avión a la gravedad. Nuestro avión económico tenía piezas defectuosas instaladas por el Gobierno. Ciertos errores del sector privado magnificaron los problemas.
Pero los inversores privados cometen errores todo el tiempo. Ésa es, precisamente, la razón por la que necesitamos al mercado, para que esos errores tengan que enfrentarse a la competencia de gente que cree que puede hacerlo mejor sin tener que pedir permiso para ello. Pero cuando parece que todo el mundo está cometiendo los mismos errores, de la misma forma y al mismo tiempo, significa que algo mayor está sucediendo. Muy pocas cosas causan un efecto sistémico como los cambios en la oferta de dinero y crédito, que es la razón por la que los impactos monetarios en los ciclos económicos son tan importantes y han sido el centro de estudio desde mucho antes que Keynes y Hayek.
P: ¿Y de las medidas aplicadas para resolverla?
R: Los gobiernos, básicamente, han intentado retrasar el problema. La mayoría de políticas sólo han conseguido que muchos se preocupen aún más, sobre todo, debido al aumento del gasto público. Es bastante ridículo pensar que pedir prestados cientos de miles de millones para mantener a flote a unos sectores inmobiliarios y financieros sobredimensionados es una buena idea.
La caída de precios en un sector normalmente es una señal inquívoca de que se necesita menos inversión ahí, no más. Así que hemos cambiado una crisis financiera por una crisis de deuda soberana. Parece que los políticos sólo se enfrentan a los problemas cuando no les queda ninguna otra salida más fácil.
P: ¿Tenéis pensado producir más videos?
R: Sí, y tenemos una gran visión para EconStories como página web y marca. Estén atentos para lo que viene.
P: Has creado una nueva compañía llamada Emergent Orden (Orden Emergente). ¿En qué consiste?
R: Tras el éxito de los vídeos hemos decidido aprovechar la oportunidad para convertirnos en proveedores de contenido de calidad. Creo que estamos en las etapas iniciales de una revolución en la educación y espero que nuestra nueva compañía, Emergent Order, pueda ofrecer contenido de alta calidad, que sea tanto divertida como relevante.
Vamos a abordar una amplia variedad de proyectos, siendo EconStories la parte principal de nuestro negocio. Pero no nos estamos limitando a educación económica o a formatos de corto. Emergent Order está integrado por profesionales de la comunicación con numerosos premios y experiencia. Vamos a hacer de todo, desde contenido para webs y entretenimiento, hasta (esperamos) películas para la gran pantalla.
Estamos en el proceso de trasladarnos a Austin, Texas, que será nuestra nueva base de operaciones, pero ya estamos en el proceso de desarrollar numerosos proyectos para clientes potenciales que nos han contactado. Estamos empezando, así que son momentos muy excitantes.