Todo esto esta sacado de uno de los muchos libros de Osho. Creo que la mayoria de por aqui ya conoce mi forma de pensar (basicamente concuerdo con lo que he escrito) asi que no me enrollare mucho mas porque sino esto va a ser un ladrillaco. Espero que la lectura os guste y podamos debatir extensamente cualquier cuestion que surja.
Por cierto como curiosidad me acorde de este articulo despues de leer la discusion que se formo en el post de los toros.
Vivimos sin prestar ninguna atención a lo que ocurre a nuestro alrededor. Sí, hemos llegado a ser muy eficientes en lo referente a hacer cosas. Lo que hacemos, lo hacemos ya tan eficientemente que no necesitamos ninguna conciencia para hacerlo. Se ha convertido en algo mecánico, automático. Funcionamos como robots. Todavía no somos hombres, somos máquinas.
Eso era lo que George Gurdjieff decía una y otra vez, que el hombre, tal como existe, es una máquina. Ofendió a mucha gente, porque a nadie le gusta que le llamen máquina. A las máquinas les gusta que las llamen dioses, entonces se sienten muy felices, se hinchan de satisfacción. Gurdjieff decía que las personas eran máquinas y tenía razón. Si te contemplas a ti mismo verás lo mecánico que es tu comportamiento.
El psicólogo ruso Pavlov y el psicólogo norteamericano Skinner aciertan en un 99% cuando dicen que el hombre es una maravillosa máquina y nada más. No hay alma en él. He dicho que aciertan en un 99%, solo fallan por un pequeñísimo margen. En ese pequeño margen están los despiertos. Pero se les puede perdonar, porque Pavlov nunca se encontró con un despierto, sólo se encontró con millones de personas como tú.
Skinner ha estudiado a los hombres y a las ratas y no ha encontrado diferencia. Las ratas son seres más simples, eso es todo, el hombre es un poco más complicado. El hombre es una máquina sumamente sofisticada, las ratas son máquinas simples. Es más fácil estudiar a las ratas, por eso los psicólogos siguen estudiando a las ratas. Estudian a las ratas y llegan a conclusiones acerca de los hombres... y sus conclusiones son casi correctas. Digo «casi», fijaos bien, porque esa décima del uno por ciento es el fenómeno más importante que ha sucedido. Un Buda, un Jesús, un Mahoma... esas pocas personas despiertas son los auténticos hombres.
Pero ¿dónde puede B. F. Skinner encontrar un buda? Desde luego, no en Estados Unidos.
He oído contar que un hombre le preguntó a un rabino:
-¿Por qué Jesús no decidió nacer en Estados Unidos y en el siglo xx?
El rabino se encogió de hombros y respondió:
-¿En Estados Unidos? Habría sido imposible. ¿Dónde ibas a encontrar una virgen? ¿dónde ibas a encontrar tres sabios?
¿DÓNDE VA A ENCONTRAR UN BUDA B. F. SKINNER? Y aunque encontrara un buda, sus prejuicios, sus ideas preconcebidas, no le permitirían verlo. Seguiría viendo sus ratas. Es incapaz de comprender cualquier cosa que las ratas no puedan hacer. Y su concepto del hombre no es más que una imagen magnificada de una rata. Y aun así sigo diciendo que tiene razón en cuanto a la gran mayoría de la gente, sus conclusiones no están equivocadas, y los despiertos estarán de acuerdo con él en lo referente a la llamada humanidad normal. La humanidad normal está completamente dormida. Ni siquiera los animales están tan dormidos.
¿Has visto a un ciervo en el bosque? Lo alerta que parece, la cautela con que se mueve. ¿Has visto a un pájaro posado en un árbol? Lo inteligentemente que vigila todo lo que ocurre a su alrededor. Si te acercas al pájaro, este lo permitirá hasta cierta distancia. Más allá, un solo paso más y echará a volar. Tiene una clara conciencia de su territorio. Si alguien penetra en ese territorio, es peligroso.
Si miras a tu alrededor, te sorprenderás: El hombre parece ser el animal más dormido de la tierra.
De hecho, ese es el significado de la parábola cristiana de la caída de Adán y su expulsión del Edén. ¿Por qué fueron expulsados Adán y Eva del paraíso? Fueron expulsados porque habían comido el fruto del árbol del conocimiento. Fueron expulsados porque se habían convertido en mentes y habían perdido su conciencia
Así pues, lo que hay que hacer es recuperar la conciencia y perder la mente. Tienes que expulsar de tu sistema todo lo que has ido reuniendo en forma de conocimiento. Es el conocimiento lo que te mantiene dormido. Por lo tanto, cuanto más conocimiento tenga una persona, más dormida está.
Eso es también lo que he observado yo. Los aldeanos inocentes están mucho más alerta y despiertos que los profesores de las universidades y los pundits o sabios de los templos. Los pundits no son más que loros, los académicos de las universidades están repletos de caca de vaca sagrada, llenos de ruido desprovisto por completo de significado... son solo mentes sin nada de conciencia.
La gente que trabaja con la naturaleza -agricultores, jardineros, leñadores, carpinteros, pintores- está mucho más alerta que la gente que trabaja en las universidades como decanos y vicerrectores y rectores. Porque cuando trabajas con la naturaleza, la naturaleza está alerta. Los árboles están alerta, desde luego, su manera de estar alerta es diferente, pero están muy alerta.
Ahora existen pruebas científicas de su estado de alerta. Si el leñador llega con un hacha en la mano y con la intención deliberada de cortar el árbol, todos los árboles que le ven venir se echan a temblar. Lo que digo no es poesía, cuando digo esto estoy hablando de ciencia. Ahora existen instrumentos para medir si el árbol es feliz o desdichado, si tiene miedo o no, si está triste o extático. Cuando llega el leñador, todos los árboles que lo ven se echan a temblar. Son conscientes de que la muerte ronda cerca. Y el leñador todavía no ha cortado ningún árbol, solo se está acercando...
Una cosa más, mucho más extraña: si el leñador va simplemente de paso, sin la idea deliberada de talar un árbol, a ningún árbol le entra miedo. Es el mismo leñador, con la misma hacha. Parece que su intención de talar un árbol afecta a los árboles. Esto significa que se ha comprendido su intención, significa que sus vibraciones están siendo descifradas por los árboles.
Hay otro hecho significativo que se ha observado científicamente. Si penetras en el bosque y matas un animal, no sólo el reino animal de los alrededores se siente sacudido, también los árboles. Si matas un ciervo, todos los ciervos de las proximidades sienten la vibración de la muerte y se entristecen, un gran temblor se apodera de ellos. De pronto sienten miedo sin ningún motivo concreto. Puede que no hayan visto cómo matabas al ciervo, pero de algún modo, de un modo sutil, resultan afectados... instintivamente, intuitivamente. Pero esto no afecta solo a los ciervos... afecta a los árboles, afecta a los loros, afecta a los tigres, afecta a las águilas, afecta a las hojas de hierba. Se ha producido un crimen, un acto de destrucción, una muerte... y todo lo que hay cerca resulta afectado. El hombre parece ser el más dormido...
Estás vivo solo en la medida en que estás despierto. La conciencia es la diferencia entre la vida y la muerte. No estás vivo solo por estar respirando, no estás vivo solo porque tu corazón late. Fisiológicamente, se te puede mantener vivo en un hospital, sin ninguna conciencia. Tu corazón seguirá latiendo y serás capaz de respirar. Así se te puede mantener en un estado mecánico de modo que sigas vivo durante muchos años... en el sentido de que respiras y el corazón late y la sangre circula. En los países avanzados del mundo hay actualmente muchas personas que simplemente vegetan en los hospitales, porque la tecnología avanzada hace posible que tu muerte se posponga indefinidamente. Se te puede mantener vivo durante años. Si eso es vida, entonces se te puede mantener vivo. Pero eso no es vida, ni mucho menos. Limitarse a vegetar no es vivir.
Los budas tienen una definición diferente. Su definición se basa en la conciencia. No dicen que estás vivo porque puedes respirar, no dicen que estás vivo porque tu sangre circula; dicen que estás vivo si estás despierto. Así pues, con la excepción de los despiertos, nadie está verdaderamente vivo. Sois cadáveres que andan, hablan y hacen cosas, sois robots.
El tonto duerme...
Todos estáis dormidos, así que todos sois tontos. No os sintáis ofendidos. Las cosas hay que decirlas tal como son. Funcionáis en sueños, por eso vais dando tumbos, seguís haciendo cosas que no queréis hacer, seguís haciendo cosas que habéis decidido no hacer, seguís haciendo cosas que sabéis que no están bien y no hacéis cosas que sabéis que están bien.
¿Cómo es posible tal cosa? ¿Por qué no podéis andar derechos? ¿Por qué seguís atrapados en caminos que no conducen a ninguna parte? ¿Por qué seguís extraviándoos?
Eso es lo que está pasando. Examina tu vida. Todo lo que sigues haciendo es tan confuso y confunde tanto... No tienes nada de claridad, no tienes nada de percepción. No estás alerta. No ves, no oyes... Desde luego, tienes oídos para oír, pero dentro no hay nadie que lo entienda. Desde luego, tienes ojos para ver, pero dentro no hay nadie. Tus ojos siguen viendo y tus oídos siguen escuchando, pero no se comprende nada. Y a cada paso das un tropezón, a cada paso cometes algún error. Y aún sigues creyendo que estás consciente.
Desecha por completo esa idea. Desecharla constituye un gran salto, un gran paso adelante, porque en cuanto abandonas la idea de «estoy consciente» empiezas a buscar y rebuscar maneras y medios para estar consciente. Así pues, lo primero que tienes que meterte en la cabeza es que estás dormido, completamente dormido.