Más para seguir sonando
El son de lo que tú sueñas,
nunca olvides, Cataluña,
que a Madrid, cerca, lo acechan
miradas del enemigo
que darle muerte quisieran.
Muerto Madrid, catalanes,
¡qué invasión, qué turba negra,
qué prostituida, oscura,
qué cruel, que extraña leva
de gentes intentarían
forzar tus gallardas puertas!
Si ahora Madrid es el centro,
corazón de la pelea,
parados sus firmes pulsos,
tú serías la cabeza,
el cuello más codiciado,
la más codiciada prenda.
¡Qué festín de generales
borrachos, ante una mesa
donde por blancos manteles
se usarán ropas sangrientas!
¡Nunca, bravos catalanes!
Jamás vuestra independencia
debe servir en banquetes
a monstruos de tal ralea.
La libertad catalana.
¡sabedlo!, en Madrid se juega;
fábricas, ciudades, campos.
montes, toda la riqueza
de vuestro país, y el mar
que lo ilumina y le entrega
barcos que al tocar las costas
se vuelven de plata nueva.
¡Pueblo catalán, vigila!
¡Pueblo catalán, alerta!
Con el corazón de España,
Sólo corazón de tierra,
Catalanes, yo os saludo;
¡Viva vuestra independencia!
Rafael Alberti