Hace poco nos permitieron la instalación de una nevera en el trabajo y la aceptación fue de júbilo.
A mí personalmente me beneficia en que me permite enfriar mis batidos de proteínas
matutinos ya que no hay alma que se los tome a temperatura ambiente.
Sin embargo lo que enfría por dentro, genera calor y disputas en el ambiente de trabajo...y por qué os preguntareis.
Para poneros en situación hoy abrí, día aleatorio laboral típico, la nevera y me encontré el surtido clásico de despropositos:
-Queso con hongos apestando
-Un cartón de leche cuajado abierto
-Tomates jubilados con hongos
-sopa desparramada
-Fruta con bichos
-Un zumo en el congelador pegado y que se salió del brick al solidificarse
Ante tal esperpento siempre hay reproches y busqueda de culpables. Yo suelo estar al margen pero hoy estallé y tiré un bote que tenía como hongos y un líquido cosa que apestaba.
Quizas sea muy aprensivo. ¿Que os parece?¿A alguien le pasa lo mismo?