Un joven de Madrid denuncia a la policía por abuso policial y agresión
MADRID.- Daniel tiene 26 años, es masajista, vive en Madrid y lleva días encerrado en su casa repitiendo una y otra vez que la policía le ha arruinado la vida. El pasado jueves día 11 fue detenido en su barrio por dos agentes de paisano mientras fumaba hachís. Daniel denuncia que recibió una paliza de los agentes. La policía le acusa de intento de homicidio.
Como otros muchos jueves, después de salir del trabajo, aquel día Daniel sacó a pasear al perro y se fue a tomar algo con su novia, Tamara, a la que acompaña siempre a casa por las noches porque en los últimos meses se han registrado varias violaciones en el barrio en el que residen, la Dehesa de la Villa, y no la quiere dejar sola.
El joven confiesa que de vez en cuando fuma algún porro, y eso es lo que hacía la noche del día 11 mientras despedía a su novia y a una amiga en la calle Antonio Machado, cuando dos hombres de paisano se le acercaron: "Trae todo lo que tengas. Y el carné", le espetaron, según Daniel.
"¿Sois policías o me estáis atracando?", preguntó él. La respuesta, según el joven, fue un golpe. "Yo me identifico, pero no sé quiénes sois vosotros, también quiero ver una identificación vuestra", insistió Daniel. La reacción de los agentes fue lanzarlo contra el coche policial e inmovilizarlo, según el joven. Cuando su novia y su amiga trataron de socorrerle se vieron agredidas también, según denuncian.
La policía asegura que "los agentes se identificaron hasta en tres ocasiones" y que fue Daniel quien opuso resistencia y demostró un comportamiento violento desde el primer momento.
Según recoge el documento policial, al que ha tenido acceso elmundo.es, los policías denuncian que el detenido les arrebató y arrojó la emisora desde la que los agentes pedían refuerzos y les rompió los pantalones y relojes a ambos.
Los gritos de la calle alertaron a la madre y a un hermano -menor de edad- de Tamara, la novia de Daniel, y bajaron a ver qué sucedía.
En pocos minutos se presentaron en el lugar varios coches policiales más. Los agentes se llevaron detenida a la pareja, a la madre de la chica y a la vecina que les acompañaba en el momento de los hechos. Todos acusados de resistencia a la autoridad.
Desde las dependencias policiales, Daniel tuvo que ser trasladado al hospital, a donde llegó con la nariz rota, un importante derrame en un ojo y contusiones por todo el cuerpo. "Nada de lo que pudiera decirles mi hijo justifica los golpes que recibió de la policía", dice Susana, la madre de Daniel.
La policía asegura que el joven atacó a los agentes, que también resultaron heridos, y que éstos emplearon la fuerza "mínima e imprescindible" para defenderse.
Los vecinos del barrio describen a Daniel como un chico muy normal, sociable y alegre, al que le gusta leer, jugar a la 'play' y pasar el rato con los amigos.
Acusado de intento de homicidio
Según explicó Daniel a elmundo.es, al regresar a la comisaría desde el hospital, se encontró con una nueva versión de la denuncia en la que los agentes habían incluido un nuevo cargo contra él: intento de homicidio. Según la policía, en la trifulca Daniel tiró al suelo a uno de los agentes, le arrebató el arma y apuntó al segundo al pecho. Incluso, llegó a apretar el gatillo, según los policías, pero el seguro impidió el disparo.
Daniel asegura que no ha tocado un arma en su vida. Su familia solicitó un análisis de las huellas del arma, y explican que el resultado ha sido negativo: no hay huellas del chico en la pistola.
Daniel pasó 48 horas en el calabozo, donde asegura que también sufrió un trato degradante: "Se me negó una manta, no me dejaron realizar la llamada telefónica que me reconoce la ley y apenas me dejaron ir al baño".
Desde aquella noche, Daniel no concilia bien el sueño y tiene miedo de salir a la calle. Su madre teme que pueda caer en una depresión. "Se pasa el día diciendo que le han arruinado la vida. Está recibiendo ayuda de un psicólogo para tratar de afrontar todo esto".
El abogado de la familia de Daniel redacta en estos momentos una denuncia contra los agentes de policía por abuso de poder.
"Lo más triste de todo es que asuntos como éste generan alarma social y desconfianza hacia quienes deberían protegernos", concluye la madre del joven.
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Lo más sorprendente es lo que dicen los policías: "usaron la fuerza mínima e imprescindible" para defenderse.
Pues con esas fotos y siendo dos contra uno, me gustaría ver a dos ciudadanos normales argumentando legítima defensa, a ver quién se lo cree...