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Miguel Ángel Parra, un joven sevillano de 27 años, vivió el sábado su particular infierno en Cáceres. Ni siquiera podía imaginar que lo que empezó como un viaje para ver a África, su novia, y pasar unos días junto a ella terminaría con una denuncia ante la Policía Nacional y, lo peor de todo, con la muerte de su mascota, Homer, de solo 10 meses de edad.
Este coqueto bulldog francés de color marrón y hocico negro murió tras ser arrojado desde un sexto piso de la calle República Argentina poco antes de las diez de la noche del sábado. El presunto autor de los hechos fue un amigo de la compañera de Miguel Ángel, un hombre de 24 años que accedió a la vivienda tras llamar «insistentemente a la puerta para hablar con la joven», según informó la Jefatura Superior de Policía de Extremadura.
La versión policial refleja que al entrar en el piso, y después de discutir con la chica, cogió al perro y lo tiró al vació por una ventana. A continuación huyó a la carrera. Efectivos de la Policía Local y Nacional se personaron en el lugar de los hechos y también acudieron responsables del Refugio San Jorge, la perrera municipal que gestionan las asociaciones Dejando huella y Proyecto Animalista.
Laura Varaldi, una de sus encargadas, aún se mostraba impresionada por el suceso ayer. «Fue una historia alocada. No habíamos vivido un caso como éste desde que llevamos la perrera», destaca. Varaldi tiene grabada la imagen del animal, «un perro muy coqueto, muy bien cuidado», sobre el que su dueño solo repetía una y otra vez la misma pregunta: «'Se va a poner bien, ¿verdad?', nos decía. Pero cuando llegamos estaba ya en parada respiratoria y no había nada que hacer», relata. Además del dueño del animal, el Refugio San Jorge también ha presentado denuncia contra el presunto autor. Sobre el mismo, aportaron datos de filiación, características físicas y detalles sobre cómo iba vestido. Poco después, los agentes de la Policía Nacional lo trasladaron a las dependencias policiales para ser puesto a disposición judicial.