Hace dos semanas, me encontré a un Forever Alone de estos en la barra mientras buscaba suelto para pagarme una Voll Damm. Su primer impulso, fue frenarme la mano y poner él mismo los 2,50€ para invitarme. (He de decir, que ya nos conocíamos)
No consciente de la situación, le di las gracias y me fui, pero después en casa me comía la cabeza; ¿Este buen hombre, me ha invitado a cambio de una amistosa compañía?
Seguro que alguna vez habréis visto al típico individuo de barra de bar acompañado de su bebida favorita, sentado en su taburete de siempre y mirando fijamente el vaso.
Yo los suelo ver todos los fines de semana, y me preguntaba qué razón le lleva a un ser humano a compartir el alcohol en propia soledad.
Desde luego que es algo que respeto y por supuesto no critico, pero me parece interesante desde el punto de visto psicológico, pues suelen ser personas afables y con una gran historia que contar.