Tras adquirir varios objetos, la princesa se dirigió a la caja a pagar. Le seguía de cerca un guardaespaldas. Un cliente miraba atentamente su móvil, mientras esperaba su turno para que le cobrasen. Fue en ese momento, según cuentan fuentes presenciales a Vanitatis, cuando la princesa, en un gesto casi reflejo, le arrebató el teléfono de las manos. “Cuando la Princesa se percató de que el chico llevaba el móvil en la mano, rápidamente se fue hacia él y se lo quitó. Estaba muy nerviosa y no paraba de decirle que no le hiciese fotos y menos a las niñas”, señala una de las personas que en ese momento se encontraba dentro del establecimiento.
“Cuando el chico le explicó que no estaba haciendo fotos, sino leyendo sus mails, y le pidió por favor que le devolviese el teléfono, ella le dijo que sólo se lo devolvería si le enseñaba las fotos que había hecho. Fue un momento de tensión que finalmente se aclaró cuando él, tras negarse en un principio a enseñarle el contenido multimedia de su dispositivo, le terminó demostrando que ni había fotos ni intención de hacerlas”, concluye este testigo. El resto de los clientes que se encontraban dentro de la tienda se quedaron perplejos ante la actitud de Letizia. Ninguno entendía cómo estando acompañada de un guardaespaldas no se dirigió a él para preguntar si le estaban haciendo fotos y decidió actuar por su cuenta.
Tiene cojones, que les tengamos que pagar de todo y vayan asi por la calle, escoria gorgonita los putos borbones. ¿Que creeis que hubiera sucedido si la situacion hubiera sido a la inversa?