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Ante todo me refiero a mi buen amigo Valde (Phatality en MV, el mismo que lleva y actualiza el grupo de los austroliberales mediavideros) que por facebook tuvimos una discusión de las que solemos tener pero en ese momento fue sobre la presentación de Krugman y la réplica de Schwartz. Además no recuerdo en que thread fue (porque threads de batallitas de este tipo hay 4597237842357538) pero recuerdo también a nuestro amigo tripas también se unió al corralito de flameo a Krugman por al intervención de este hombre.
Valde tkm bss :*
Pero bueno, como tú mismo dices, la mayoría de autoproclamados liberales en mv acaban cojeando del liberalismo conservador (como también lo acaban haciendo los libertarios, por desgracia).
No te lo tomes a mal, pero los verdaderos libertarios (los 4 gatos en el mundo, porque sin ganas de ofenderte, los liberales libertarios como tales sois 4 gatos) siempre acabáis de la mano de los libcons (sin saberlo o no). Pese a que en temas sociales os acercáis más a la corriente izquierdista/progresista, en temas económicos vais de la mano a la derecha/conservadora y como decimos los catalanes: “la pela és la pela!!” (y me refiero a la nueva derecha sobretodo de carácter anglosajona, no al conservadurismo del siglo XVIII, intercontinental y proteccionista).
Hasta Hayek es uno de esos mitos que como el señor de #1 , en los años 70 fue resucitado subvencionado para dar charlas arriba y abajo e ir con su discípulo Friedman para dar ciertos consejos a los neocons de Reagan y Thatcher.
Y como estos dos señores tenemos a todos los de la Escuela de la elección pública (Buchanan y Downs) y los chicagoboys (los albores del neoliberalismo). Todos unos turbo liberales que, pese a ser autores que en algunos puntos no convergen, su fiel odio al welfare state les han unido bajo una misma bandera que, lato sensu, se ha incorporado en todos los programas políticos de los partidos de centro/derecha del mundo. La bandera del liberalismo conservador.
Los pocos libertarios como tú o mi amigo valde me recordáis un poco al pobre Robert Nozick. Que el pobre hombre estuvo durante casi 30 años defendiendo y elevando a la gloria el liberalismo libertario y haciéndolo respetar en el ámbito académico ortodoxo de Harvard y toda la liga ivy. Para que al final se diese cuenta que eso en lo que estuvo predicando y defendiendo durante tantos años era una mentira, una mentira dulce e utópica.
Nozick (como Hayek y Friedman en su época), fue otro que también le pagaban un dinerito arriba y abajo para dar conferencias en todos los puntos del mundos sobre el “liberalismo”, incluso tenía un avión para uso personal e ir viajando de Europa a América. Esto fue así hasta que un día Nozick despertó, abrió los ojos y vio que el libertarismo que tanto defendía era un mito que los nuevos conservadores defendían solo para reducir el Estado. Entonces él escribió su no tan famoso y último libro “Meditaciones sobre la vida”, en donde básicamente se retracta de todo ese libertarismo que tanto defendió durante tantos años y sobre todo de su gran obra “Anarquía, Estado y utopía”.
Fue en ese entonces en cuanto Nozick ya no interesaba tanto, no lo llamaban en ningún sitio, lo marginaron, le quitaron su avión y quien fue durante casi una década el gurú del liberalismo libertario por encima de la escuela austriaca y los objetivistas de Ayn Rand, se convertido en un cadáver político. “Este hombre se ha vuelto loco, ya no nos interesa lo que dice”. Le atribuyeron esa locura debido a que Nozick en sus últimos años estuvo en contacto con el budismo y le atribuyeron ese contacto a su retractación.
Con toda esta historia sobre Robert Nozick lo único que quiero decirte es que: sí, los liberales libertarios existen. Pero a pesar de ser, sin ganas de faltar al respeto, 4 gatos dentro del liberalismo como corriente e ideología política (tanto la rama radical como conservadora del liberalismo), al final o acabáis como Hayek y os unís a medias al saco conservador del liberalismo o acabáis como Nozick, un pobre hombre con un intelecto impresionante que defendió una idea hasta que cuando dejo de interesar se volvió un cadáver político.
Esta es la triste realidad de los libertarios, y hasta que no rompáis de verdad con la tradición conservadora del liberalismo, yo creo que no podréis escapar de ella.