Está más que demostrado que un buen ambiente laboral fomenta la productividad, por eso, cada vez más empresas apuestan por incorporar a sus plantillas un 'jefe o jefa de la felicidad', CHO por sus siglas en inglés (Chief Happiness Officer), encargado de fomentar el buen rollo en la oficina. De acuerdo con el estudio Felicidad y Trabajo, elaborado por la consultora Crecimiento Sustentable, contar con trabajadores felices es directamente proporcional a una alta productividad (88%) en la empresa. Además, estos presentan hasta un 33% más de energía y dinamismo y tienen un 300% menos de posibilidades de sufrir accidentes laborales.
Esta es una buena razón por la que cada vez más empresas están incorporando a sus filas el cargo de jefe de la felicidad. Un puesto que, principalmente, se ocupa de que exista un buen ambiente laboral, y para ello tiene que estar pendiente de todo lo que sucede en la empresa: desde saber cómo están los empleados, qué les ocurre... También se encarga de motivarles, y para ello organiza encuentros en forma de actividades o jornadas gastronómicas.
"Nosotros queremos hacer líderes, queremos que la gente se preocupe por los demás, se cuiden entre ellos, que todos estemos contentos y trabajemos en equipo", relata la Chief Happiness Officer, o jefe de la felicidad, de una empresa a Antena 3 Noticias. En este sentido, otra de sus funciones es la de tener presentes los cumpleaños de cada empleado. Algo que se ha hecho durante toda la vida de forma altruista.
En realidad, este puesto es algo que lleva funcionando desde los comienzos del año 2000. Esta obsesión por la felicidad en la oficina es algo que lleva sonando con fuerza años desde Estados Unidos, con Silicon Valley como principal protagonista. Fue creado por el empleado de Google, Chade-Meng Tan.
Empresas como Coca-Cola, Deloitte, Google, Ernst & Young o Airbnb ya cuentan con estos puestos en sus plantillas. También llegó a la administración pública de Bélgica, con su Ministerio de Seguridad Social como principal exponente. De hecho, esta figura lleva vigente desde hace 14 años gracias a Laurence Vanhée. Desde su entrada -mucho antes que la pandemia- se instauró el teletrabajo durante tres días la semana para el 90% de la plantilla, se introdujo el horario flexible y los escritorios redujeron su mobiliario a un smartphone y un portátil.
En España, esta figura de jefe de la felicidad se está implantando poco a poco. Tanto que la Universidad Internacional de la Rioja ya oferta un máster para formar a estos líderes o jefes de la felicidad. "La principal arma de la felicidad es la escucha", ha comentado Andrés Pascual, el director del máster, para la Cadena SER. Por tanto, conocer los intereses de los compañeros de trabajo es crucial. "Trabajar juntos para seguir dando pasos hacia adelante. Eso es un equipo de verdad", ha recalcado.
El pionero de la implantación de esta tendencia en España es David Tomás, CEO de Cyberclick, empresa que ha sido nombrada mejor pyme para trabajar en España según el ranking Great place to work. "Queríamos tener éxito, pero con personas felices", afirma el CEO en su libro Diario de un Millennial. "En este sector, la felicidad es necesaria para la motivación y para incrementar la creatividad", recalca.