Si algo me apena de la descomposición de la ridícula socialdemocracia española es que le dejan el camino despejado a las fuerzas crecientes del ultranacionalismo y a sus secuaces.
Por lo demás, me alegro de que se vayan a la porra y que dejen de acaparar el descontento de la gente en opciones capitalistas. A ver si cuando aquellos indignados del 15M se vean nuevamente desamparados se dan cuanta de que las opciones capitalistas no son respuesta y pierden el miedo a una nueva opción que realmente busque la libertad.
Ahora bien, lo que más me ha fascinado siempre de Podemos es el miedo que le ha provocado a los partidos ultraderechistas, a los liberales y a los voceros de los anteriores. La verdad, es que no me explico este miedo al PSOE 2.0.