#96 Hay dos tipos de hombre; los que ponen los cuernos y se los ponen y los que no los ponen y se los ponen. Porque el ser humano tiende a follarse a la gente que le gusta si esta se deja...
#150 Que va, se te ve super alegre y nada crispado.
Por cierto, esto es un foro, la idea es discutir sobre temas, y que a ti te haga gracia o no el hilo me importa una mierda, tus fee fees son problema tuyo.
#150 El Op pregunta por la lectura de la realidad de los usarios, ya se mete en la idea de que es Alfa, una idea es un concepto filosófico, debatimos sobre ella y no tiene gracia.
Pues nada, cuando nos pregunten sobre nuestro concepto de algo, de que entendemos por esa idea, contestaremos con $"!$!42 y ya está!
#134Craso:La mayoría de millonarios son betas proveedores.
Sueltas cada perla que da para comic xd Seguro que tienes un diagrama con clases de betas y alfas o la paja mental de catalago que tengas por esa cabezita loca. Menudas risas de thread.
Luego hablas de fakers y se ofenden. Tienen el papel imaginario hasta asumido xD
Que existen alfas, betas y demás en los seres humanos es un hecho.
Que no es tan blanco y negro como puede ser en el resto de animales, también. El término se difumina en los seres humanos, ya que el alfa no tiene por qué ser el tío más guapo y que más folla del grupo. Igual que para ser un gran líder (otra característica de un alfa) y tomar al toro por los cuernos tampoco se necesita ser un follador strongman nato.
Ser alpha tiene también sus desventajas.
Los BP que están difamando y soltando mierda es principalmente porque son BP y están en el female game, también hacen falta BPs para que todo esto funcione así que gracias.
Finales de Septiembre de 2016, alpes franceses.
La previsión de meteo no es buena. Isoterma 0 alrrededor de los 2200mts, muy nuboso con posibilidad de precipitaciones y queremos subir la Petite Aiguille Verte de 3500mts por el couloir Chevalier, después de un verano con unas olas de calor que han dejado el glaciar de Argentiere que da miedo mirarlo, ya no digamos pisarlo. Pero qué cojones, hemos ido a Francia a escalar, no a beber birra en Chamonix.
Pillamos coche dirección al teleférico de Grand Montets, hace algo de viento, pero el teleférico está abierto. Llegamos al collado y la primera, en la frente. El acceso al glaciar está tan mal, que se han instalado una serie de rapels. El glaciar lo miramos de reojo, por suerte no debemos cruzarlo, pero ya nos hacemos una idea de cómo va a estar la rimaya de acceso al couloir y este mismo.
Llegamos a la rimaya y ya no es que esté abierta, es que se va a tener que escalar. Hala, a preparar las cuerdas y los tornillos de hielo, que esto va a empezar antes de hora. Yo empiezo a notar algo de frío en las extremidades, pero hay ganas de meterse en el asunto, sobre todo sabiendo las previsiones de meteo, así que hago caso omiso pensando que voy a entrar en calor en breve. Un largo, luego otro y otro y otro. En condiciones normales se trata de un corredor de nieve y hielo con algo de mixto de dificultad baja-moderada, pero las olas de calor lo han convertido en un infierno mixto mezcla de hielo duro como el acero y roca a ratos descompuesta, muy peligroso.
Cada vez que me toca asegurar a mi compañero pillo más frío, hasta llegar a un punto a mitad del corredor en el que prácticamente no me siento las manos. Me cambio los guantes que llevo por los gruesos, total, menos tacto ya no puedo tener. Mis manos empiezan a entrar en calor y siento como si miles de agujas se clavaran mientras la sangre vuelve a circular poco a poco por ellas. Se me saltan las lágrimas de dolor, pero al menos voy recuperando algo de tacto, hasta aproximadamente la segunda falange de cada dedo. El resto no se va a despertar hasta pasados unos días.
Empieza a nevar, perfecto, podría ser peor, podría ser lluvia. Nos quedan pocos largos para llegar al collado cerca de la Petite Verte, ni siquiera lo comentamos, pero la cima queda descartada. El cielo está negro encima de nuestras cabezas y si algo hay que temer en alta montaña, entre otras muchas cosas, es a los rayos, pues unos piolets a la espalda en un largo de roca se convierten en unos pararrayos de puta madre.
El descenso hacia el collado de Grand Montets lo hacemos cual alma que lleva el diablo, el material de aseguramiento repica entre sí que parecemos un rebaño de vacas. No es hasta estar sentados en el teleférico de vuelta cuando consigo relajarme y volverme a preguntar, como tantas otras veces: Quién me manda a mí meterme en estos fregados. Pero compensa, al final por A o por B siempre compensa.
Aunque algo dramatizado, esto me pasó en los alpes. Ahora imaginaros al típico urbanita de gimnasio que dice ser alpha en esas circunstancias, apuesto a que podríamos citar al Cigala.
Por cierto, ese mismo año, unos meses antes, dos montañeros palmaron en la zona por una avalancha dado el mal estado de la zona, los cambios de temperatura y la inestabilidad del manto nivoso.
