La nueva polémica virtual sobre el estampado de una camisa de la nueva colección de Mango viene a demostrar que las cosas son del color del cristal con el que se miran. Y donde los diseñadores de Mango vieron un rayo, algunos consumidores alemanes han creído ver el símbolo de las SS de Hitler, lo que ha desatado una corriente crítica en las redes sociales.
"La camisa Rayo forma parte de una serie de modelos cuyos estampados se inspiran en los mini motivos. En esta línea encontramos otros dos modelos, cuyas estampaciones usan corazones y estrellas. En el estampado de la camisa Rayo se puede apreciar que la impresión del rayo aparece de forma individual", explica la responsable de comunicación de Mango, Lidia Meca, disociando el diseño en cuestión de cualquier intención neonazi y "lamentando la desafortunada asociación a que ha dado lugar".
La imagen de los dos rayos gemelos, 70 años después de la II Guerra Mundial, parece seguir inalterablemente ligada a los esbirros de Hitler en el subconsciente alemán. O quizá haya detrás de las protestas y bromas en Twitter sobre la "colección Eva Braun" alguna intención comercial, dado que llama la atención que este no es el primer caso en que las empresas del grupo español Inditex sufren en la red estos malentendidos. El pasado verano, Zara se vio obligada a retirar de sus tienda online una camiseta con los colores del uniforme de los presos de los campos de concentración nazis.
El origen del fenómeno viral es el periodista satírico Martin Sonneborn, que en las últimas elecciones europeas concurrió como candidato del Partido del Trabajo, el Estado del Derecho, la protección de animales, la exigencia a las élites y la Democracia de Bases, aspirando a un puesto en el Parlamento europeo que no consiguió. El comentario citaba a su vez como fuente a Alexander Pfaff y ha sido después elevado a la enésima potencia virtual por el diario más leído en Alemania, Bild Zeitung.
"Bueno, si usted no me lo hubiera dicho, yo no habría reparado en ello, la verdad", comentaba esta mañana Maricela Schmidt, una joven de 24 años que visitaba una tienda Mango en el centro de Berlín en la que no era posible encontrar la camisa. "¿De verdad no tienen los periodistas asuntos más importantes de los que ocuparse que este?", respondía contrariado un cliente cuando veía el estampado, vía internet, en un dispositivo electrónico.
Mango, por su parte, asegura que en su camisa no hay intención alguna de promover la ideología nazi.
Link:http://www.elmundo.es/internacional/2014/10/20/544537ebe2704efd438b458a.html
Opinión Personal: Son unos flanders.