Hace cosa de un mes llamó a la puerta una pareja de ancianos, yo me asomé por la ventana y ante la pregunta de qué querían contestaron un "Traemos algo muy importante". Ya sabía lo que me iba a encontrar, pero qué cojones, nunca había escuchado a esta gente y ser borde no es algo que vaya conmigo, bajé a ver qué se contaban, la conversación fue para tenerla guardada:
- ¿Hijo, crees en la corrupción del hombre?
- Pues... sí, supongo.
- ¿Y crees que viviremos para siempre?
- No, no creo.
- Pues verás...
Ahí empezó la risa, sacó una revista y me preguntó que cómo era posible que un ser humano, hijo de Dios, viviera solo 70 años y una tortuga 300, ¡o una secuoya 1000 años! que si veía eso justo.
- ¿Tú ves eso justo?- Me dijo, asintiendo y señalando la foto de la tortuga en la revista.
- Pues... será justo, no lo sé.
Me contó que nosotros estábamos hechos para ser inmortales pero que hay alguien maligno que nos hace envejecer y morir. El tema se ponía serio; incluso me puso ejemplos, como Adán o Matusalén, que vivieron cerca de ¿1000? años, no recuerdo cuánto me dijo, pero eh, eran muchos años.
Haciendo gala de la buena educación que he recibido no me reí en ningún momento, toda una proeza teniendo en cuenta el espectáculo que estaba presenciando. Amabilidad, saber estar, asintiendo... al fin y al cabo esta gente estará cansada de que les cierren la puerta, no cuesta ser cortés.
Para finalizar me dieron la famosa revista, "para que la leyera y pensara" me dijeron, y les despedí diciéndoles que podían pasarse a una hora a la que yo no estoy la semana siguiente. A la cual me consta que han estado apareciendo. Yo pensaba que se cansarían, peeeeeero hace diez minutos han llamado, me he asomado y ahí estaban.
Me han hablado por mi nombre, que no recuerdo habérselo dicho y probablemente lo han visto en el buzón, que qué tal estaba y que habían venido las semanas pasadas y no había nadie -cáspitas-, y como estoy con la pierna escayolada no he podido bajar y les he despachado rápido, además hacía rasca.
Es más, hace unas dos semanas tuve un accidente con el coche y lo tengo un poco aboyado y sin un espejo retrovisor. Vale, pues los muy sectas cuando les he dicho lo de la pierna me dicen "Claro, que has tenido un accidente con el coche, ¿no?".
- Mejórate, un abrazo- me dice la muy tarada.
Ahora se me plantea el tema de tener a estos tarados cada semana en mi casa, así que, Media-Vida, ¿cómo puedo decirles elegantemente que se vayan a tomar por culo y que le intenten lavar la cabeza a otro? Empiezo a tener miedito.