No se le ha menospreciado; el problema es que él tenía demasiados aires de grandeza, y era muy consciente de la la imagen que proyectaba. Hizo un papelón cuando compareció junto al alcalde de París. ¿Su mayor derrota? Se le ha pedido que se quede en su puesto, como a Aguirre (que no ha montado ningún circo) y punto. No le han dejado tirado en una cuneta ni algo parecido. Mi impresión más personal es que le habría encantado ser número dos, que Rajoy perdiera y de ahí aspirar a Presidente del partido.
Como bien ha dicho Rajoy hoy, los seis alcaldes restantes son cabeza de serie y el cabeza de serie de Madrid es él.
El mejor fichaje que podía hacer era Pizarro, y ya lo tiene. Las crisis internas las crean los medios de comunicación.