Que vayan a otro ratón con ese queso.
Ayer sábado, 5 de noviembre de 2022, dos activistas pertenecientes al grupo Futuro Vegetal vandalizaron las paredes del museo del Prado, pintando 1,5ºC en la pared que separa dos cuadros de Francisco de Goya. En concreto se trataba de las majas del pintor baturro. Dichas activistas se aproximaron peligrosamente a ambos cuadros sin llegar a dañarlos.
Estos incidentes se suman a otros tantos que han realizado en otros museos de Europa.
Se desconoce si estas y otras activistas han sido detenidas y/o puestas a disposición judicial, porque tanto en España como en el resto de Europa sabotear, vandalizar o dañar todo o parte del contenido de los museos está considerado como falta grave, o delito en el caso de llegar a dañar a las obras, o tentativa de hacerlo.
Bien. Hasta aquí la crónica, y ahora voy con lo que opino de esta patraña, porque como broma vale, pero este happening no cuela como que es algo "espontáneo", porque aquí apesta a gato encerrado y acto organizado por todas las partes, dirección del Museo incluido. Y os digo más: creo que la Campaña Vegetal es un invento de algún organismo de la UE, con la complicidad de los Estados que la componen, con un suculento presupuesto para apoyar la causa climática y la cultura de lo verde. La nueva Religión del Cambio Climático, que ya lleva varios años tocándome los....
Resulta que los días que van del 7 al 18 de noviembre de 2022 se celebrará la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), y en los días previos se están sucediendo todos estos actos supuestamente "vandálicos".
Perdonen que me ría, pero esto no tiene nada de esponáneo, y está perfectamente promovido y organizado por todas las partes implicadas: activistas-museos-Estados. Está controlado desde arriba como campaña publicitaría para dar visibilidad a la próxima cumbre de Egipto. Han contratado a unas niñatas con aspecto de chicas de las CUPS para que la monten parda, aparentar que está sucediendo lo que en realidad no es más que puro teatro.
Resulta que si tú mañana vas al Prado y se te ocurre acercarte más de la cuenta a las Meninas ya tienes a dos o más guardias de seguridad con porra en mano para pegarte un buen empujón si te pasas un milímetro más al cuadro, más aun con los precedentes que se han tenido en Europa en fechas recientes. Y si no me crees te invito a que hagas la prueba. Intenta tocar el marco, verás lo que te pasa. Te largarán a patadas del museo, y suerte tienes si no llaman a la policía para que te tomen los datos.
Pero resulta que ayer en el Prado las tipas pintarrajean la pared y se ponen a tocar el marco del cuadro y no aparece ningún guardia de seguridad. Tan sólo una ordenanza gritando a la gente para que "no grabe" e instándoles a la gente que estaba allí mirando que "abandonen la sala". Oiga ¿No les parece curioso que no dijeran lo mismo a las tipas que estaban protagonizando los actos vandálicos?.
Y a todo esto seguimos si saber si esas tipas, y las otras de Europa, han sido puestas a disposición judicial o multadas con cifras de varios ceros.