Mi abuelo esta metido en algo turbio.

Nada, han sido dos horas al teléfono tiradas a la basura. La postura de mi madre es evasiva y frágil. La pobre lleva unos años medicada al raíz del divorcio con mi padre y no ha rehecho su camino, para colmo se deja arrastrar por las neuras de mi abuela y está todo el día en un tren de nervios y preocupaciones banales.
Le he dicho que el abuelo se la pasa donde Paco, con sus tragos, y se ha puesto fatal, muy triste, que vaya vejez ese hombre, el alcohol, que va a matar a su madre de un disgusto.
Le he preguntado por el pasado del abuelo, que a qué se dedicaba y si no notaba nada peculiar. Que si unas rentas que tenia en el Levante, de unas casas en alquiler y que bueno él no contaba nada, pero en seguida ha empezado con sus crisis, que si se siente perdida, que si no encuentra trabajo, que si mi hermana se la pasa de fiesta, descarriada y quien sabe qué.

Como ya me ha puesto a mi de los nervios he llamado a mi padre y he ido a comer a su casa. Da un poco de lástima también. Vive en un pisito, sin grandes lujos. Era profesor en el campus de Ferrol y no le iba nada mal, participaba en algunas investigaciones arqueológicas y tenia cierta proyección, inclusive dos libros en galeradas. No estaba muy metido en política y en general llevaba la vida de un pequeño erudito, y luego en casa pues normal, como padre y marido todo en su sitio.

Me ha visto entrar con la cara desmadejada y me he preguntado por mi estado de ánimo, he nombrado al abuelo y se ha puesto muy serio.
Me ha dicho literalmente: tu abuelo es un agujero negro, se traga toda la luz de las personas y las extingue, aléjate de él. Le he pedido razones, explicándole que mi madre me tiene loco con el tema de su conducta, y me ha dicho que no es asunto mio, que no tengo que ocuparme de eso. He insistido y me ha dicho, ya enfadado y casi a voz en grito: que el declive de su carrera ( lo expulsaron de la Universidad, un expediente sancionador hace casi ocho años) se debía al abuelo y sus maquinaciones. Que ellos habían tenido fuertes discusiones y una vez le dijo, el abuelo: todo lo que tienes yo te lo voy a quitar, a tu mujer, tu carrera, tu confort y tus hijos. Tu vida.

Entonces he replicado, bueno, si tan convencido estás de que tu vida se arruinó por obra y suerte del abuelo, ¿cómo es que no te has defendido ni luchado por recuperarla?. A punto ha estado de darme un tortazo, porque se contuvo, respiró y dijo: no se si recuerdas la casita que teníamos en Cudillero ( como para no recordar los mejores momentos de mi infancia) pues entera se fue en pagar abogados, pero cada vez que se actuaba aparecía algo nuevo, hasta una denuncia por agresión sexual a una alumna y mil cosas más y la vez que nos robaron en casa, en fin, que hasta los abogados dijeron de dejar las cosas quietas, y luego psicólogos para tu madre, que dos veces intentó poner punto y final. Yo he hecho todo lo que ha estado en mi mano, hijo, me ha dicho. Lo que hay que saberse derrotado. Yo ya no podía más y acepté mi destino. Pero tú si que puedes luchar. Tienes toda la vida. No te dejes arrastrar por esta gente.

Ahí se me saltó una lágrima. Pero le dicho ¿Esta gente? Y quitandole hierro ha dicho que era una forma de hablar, de las malas personas...

Entonces dio un respingo y se fue a su despacho-biblioteca para enseñarme una cosa, dijo, pero al par de minutos regresó sin nada alegando que se había equivocado, que se trataba de una tontería. He recogido los platos y me ha dicho que tenia que salir, he ido al baño con la excusa, pues algo me olía y he visto que sobre el escritorio había un pequeño dossier de cartón, enterrado entre otras carpetas desordenadas, con pintas de ser antiguo, en definitiva que lo he medio enrollado, pues su grosor lo permitía y me lo he escondido en el pantalón.

Me he despedido, he ido a mi a casa y ante mi tengo algo totalmente imposible; lo que parece ser la investigación personal que mi padre ha ido recopilando sobre mi abuelo, durante años.

Luego cuento. Estoy en shock.