Nunca he escrito aquí. Y debo confesar que nunca he leído este hilo más allá de # 1
Me confieso una mujer de grandes pasiones y de grandes amores. Pocos, pero enormes.
Es más, en su día llegue a pensar que una persona solo podría llegar a soportar enamorarse una vez en la vida.
Al menos de la forma como yo lo hice.
Con locura.
Y sin correspondencia.
Este chico me mantuvo en vilo mucho tiempo, no se si por miedo o por temor a hacerme daño.
No sucedió nada entre nosotros y sucedió todo.
Una tragedia en toda regla. Todo se desmoronó de una manera en la que nadie jamás podría haber imaginado.
El escribió una nota de suicidio.
Y yo, tonta de mi, tuve un episodio psicotico. Todas mis circunstancias me desencadenaron un episodio psicotico.
Una ruptura con la realidad.
Se trataba de un caso de locura amorosa.
Suena tan real como increíble.
Que lo crea quien lo quiera creer. No busco aprobación ni consuelo. Solo necesito un rincón donde poder llorar.
Y este fue mi primer ingreso en psiquiatría.
Y en psiquiatría no ingresan a cualquiera,
y yo... era solo una niña.
Tarde más de tres años en superar ese amor.
Me encerre en una especie de duelo.
No quería hablar con chicos.
No quería hablar con nadie, solo calmar el dolor de aquel puñal. Que no sentí como un puñal alguno realmente.
El chico, al verme tan mal en la calle decidió marcharse y dejarme sola.
En medio de la nada. En medio de una crisis psicótica. En medio del terror y del pánico. Sin dinero. Tan solo con unos céntimos con los que pude llamar a mi madre para que me viniera a recoger.
Porque yo había cruzado toda la ciudad andando, que no es poco, por el mero hecho de poder hablar con él, sólo por poder escuchar su voz, que me calmaba.
Mi única cura a mi situación personal. Mi anhelo.
Pasaron esos 3 años y volví a ser yo.
No me enamore más, aunque de vez en cuando hablaba con algún que otro chico con la esperanza de que me entendiera, de conocer algo o alguien nuevo, de conocer a alguien que me protegiese.
A alguien cálido.
Y de aflorar ese mismo sentimiento, mutuo.
Mutuo, esta vez.
Esta vez si.
Y no apareció nadie interesante ni relevante hasta la fecha.
Se puede vivir perfectamente sin amor. Simplemente dedicándose a las tareas del día a día y poniendo ilusión a tus sueños. Luz en tus proyectos.
Cordialidad en tu día a día.
Pero hoy. Hoy estoy de luto.
Me volvió a ocurrir la misma historia.
Me enamore.
Me enamore de quien no debía.
Rizando el rizo.
Y debo aguantar... Su mirada, sin mover un ápice de mis labios.
No debo. Tiene una familia. No debo. No debo involucrarme. Debería huir, pero no puedo. Lo tengo que ver todas las semanas pues es compañero de trabajo. Mi jefe.
Y estoy sufriendo, puesto que es un amor muy amargo.
Algo muy doloroso.
Pagaría por salir con él a tomar un botellin de agua. Por que tan sólo fuera mi amigo. Pero no puedo, ni debo.
Y he de aguantar esta tortura hasta mismo día que deje el trabajo. El sentir como mi corazón se estremece y se rompe en mil añicos cada vez que dice mi nombre.
Y se que el día que deje mi trabajo tendré que pasar otro duelo, aún más grande que el anterior, puesto que no puede haber en esta vida, nadie que se amolde a como él es.
Único.
Único y que me acepte tal y como soy.
Sin florituras.
No. No hay nadie. Estoy rota.
Solo fluye el silencio.
Y mi respiración.
Y mis latidos.
Y nada más
Esta canción define lo que yo siento casi a la perfección. Además es de una cantante por la que siento cierta predilección por tanto por ser hermosa como por ser trascendental
Shiho Niiyama ♥
(si os interesa podéis buscar la letra en español, esto es solo la instrumental a piano )
No me gusta exponer mis sentimientos de esta manera, pero necesitaba desahogarme en algún sitio alejado de mi familia y mi trabajo.
Lo siento.
Lo siento mucho.
Lo superare. No hay problema