Pues es un debate bastante complejo, la verdad.
Por una parte, quien piense que esto evita un acto de pederastia no tiene dos dedos de frente, porque todos los tarados sueñan con hacer realidad sus fantasías y estimular ese deseo no hará sino aumentar las ganas de hacerlo con un niño de verdad.
Por otra parte, no puedes andar prohibiendo moldes de silicona, porque entonces a ver dónde coño pones el límite. ¿Tendrían que tener las vaginas en lata características genitales plenamente maduras también? ¿Deberíamos prohibir vender faldas de niñas a cualquiera que no se haya sacado un psicotécnico antes?
Qué difícil tiene que ser legislar.