Me he creado esta cuenta solo para abrir este hilo (podéis cerrarlo si lo veis inadecuado. Por vergüenza no me he atrevido a pedir permiso).
Se que muchos me vais a juzgar, pero ya da igual, el castillo se está empezando a desmoronar, me está empezando a comer la ansiedad. Nunca se lo he confesado a nadie y la verdad es que en este momento, necesito contarlo y quitarme este peso de encima.
Os hago un RPV: tengo una doble vida. Tengo dos familias que no se conocen entre sí, y cada día todo supone una mayor carga psicológica.
Soy un tipo normal, con estudios, buen trabajo, aficiones, vengo de una familia normal, un hermano, primos, ... Una vida relativamente feliz, sin muchos ni grandes problemas. Lo que se puede definir como una vida tranquila y cómoda. Tal vez demasiado, me pregunto si este habrá sido el detonante...
Es bastante complicado responder a cómo narices llegué a esta situación. Comenzaré por el principio. Después de acabar los estudios, pese a la crisis, todo me fue bastante bien; mi carrera profesional despegaba de forma impresionante, adquiría nuevas responsabilidades, ascendía, viajaba por Europa, y hacía lo que más me gustaba. Y por aquel entonces, no había casi nadie especializado en lo que yo (por cierto, fue por mero azar). De repente me vi embaucado por un nuevo mundo, como quien se droga. Lleno de luz.
En el primer trabajo que tuve conocí a mi primera mujer. A efectos de este hilo vamos a llamarle “Maria”. Morena, guapa, inteligente, cariñosa, feliz. En ocasiones un poco volátil. Siempre hemos estado bien, como en cualquier otra relación hemos tenido nuestros baches y nuestras cimas. Hoy llevamos ya unos cuantos años de relación, y tenemos en común un hijo que va a cumplir 2 años dentro de poco.
La cuestión es que una primavera hace 5 años conocí en un hotel de una ciudad a la que solía viajar, a Anna (nombre ficticio). Alemana, delicada, guapa, con carácter fuerte, pero también con muy buen corazón. Empezó por accidente, coincidíamos mucho en el hotel, hubo un tiempo en que ambos pasábamos más tiempo allí que en nuestras casas, estábamos las noches solos, cenábamos en el bar-restaurante, comenzamos a charlar, nos hacíamos compañía, hasta que una noche fue a más. A partir de ahí ambos buscamos escusas para vernos más.
Puede sonar a cliché, al principio solo era una “amante”, pero a partir de determinado punto, perdí el control, “una cosa llevó a la otra”. No supe pararlo. Coincidió que ella vivía en una de las principales ciudades donde mi empresa tenía oficinas en Alemania. Puesto que ya tenía relativa capacidad de acción, me monté un escenario, unos proyectos, un equipo, etc. que me permitían justificar el estar una gran parte del tiempo allí. Con el tiempo compramos una casa, íbamos de vacaciones, etc. En mi cerebro Maria seguía siendo mi "main", incluso con una hipoteca en común, y pasando la mitad de nuestro tiempo juntos, Anna aún estaba en la parcela de mi cerebro como "amante". Siempre pensaba en cortar con toda la movida el mes que viene, pero siempre pasaba algo que lo impedía.
¿Y qué ha cambiado? Anna está embaraza de una niña, y María quiere que nos casemos (todavía no me he casado con ninguna). El hecho de que Anna esté embarazada, le ha sacado del espacio que tenía en mi cabeza. No era solamente una amante, he tenido dos vidas. He estado analizándolo fríamente con un amigo de toda la vida que lo conoce todo y no se como he llegado a este punto. Han sido detalles, por ejemplo, tengo un teléfono de empresa y uno personal, y en cada uno tengo 2 usuarios, un usuario es el personal, y el otro el profesional, en cada móvil, y así todo, dos bancos diferentes en dos países, dos emails, un sistema perfectamente diseñado, toda mi vida está partida en 2. Como si mi cabeza hubiera separado todo. Cuando estoy en el aire, el interruptor cambia.
La cosa ha llegado a un punto en el que no puedo echar a bajo la mentira, me importan las dos, amo a las dos, la mentira ya es demasiado profunda. Si cuento la verdad, me quedo sin nada. Pero a su vez, mantener todo el castillo de naipes es cada vez mental y psicológicamente más y más costoso. No sé qué hacer.