Abro mi persiana y veo un manto blanco que cubre Valladolid... los copos se chocan contra mi ventana... oigo su morir... y el viento gélido y helado de esta noche me provoca una sonrisa.
Hoy no era un buen día, hoy no estaba feliz... pero ahora esta sonrisa me anima a escribir y a pensar que todo va a ir bien aunque nadie así lo crea... que nada es malo... que sólo son simples percepciones nuestras.
Y vuelvo mi mirada un instante hacia la vida que está al otro lado del cristal... y veo las farolas anaranjadas, el campo verde tornado a blanco... y no puedo dejar de sonreír.
¡¡Está nevando!! ouuuuuuu.... ¿Qué tal hace en vuestras tierras?