...pero siempre he sido un gran amante de los picantes. No, no me refiero a los picantes gays como la pimienta negra y esas cosas de niños. No, donde otros toman cereales con fresas, yo los tomo con jalapeños. Le echo cayena al chicle para que tenga algo de sabor.
Eso trae sus consecuencias. Mi lengua está templada a fuego, y nada ha vuelto a ser igual desde que a los 16 años me comiera un bote de guindillas de una sentada.
Nada hasta hoy.
Ayer llegó mi pedido. Sin igual. Estos pimpientos nativos de la India consiguieron arrancarme un lagrimón de cada ojo. ¿Quizá me esté haciendo viejo? No... simplemente es 100 veces más picante que un puto jalapeño.
Sin igual. Os los recomiendo.
PD: di un beso a mi novia varias horas después y le empezó a picar la lengua xD