Y de mientras ahi teneis a Juan Pablo de Carrión, un capitán español de los tercios que plantó cara a los samurais. Y obviamente no veo a los ofendidos de la nación llorando porque no tienen ni puta idea de quien es.
Lástima por Blas de Lezo, que hace años ni perry sabia quien era y ahora es olvidado por la izquierda y secuestrado por la derecha.