Fuente original completa: https://www.larazon.es/sociedad/20221003/t3c6hp6rbvbsjbvmdzrkystcnq.html
La Guardia Civil comprará tres patrulleras más con lanzagranadas para luchar contra el narcotráfico y el crimen organizado.
La Guardia Civil se moderniza para poder hacer frente a la inmigración irregular, el narcotráfico y el crimen organizado en el mar, para lo cual acaba de licitar la compra de tres patrulleras de alta velocidad, equipadas con lanzagranadas, para su Servicio Marítimo (Semar). El contrato tiene un presupuesto de 7,5 millones de euros.
- Las patrulleras serán entregadas por el fabricante en un plazo de tres años, según el anuncio de licitación al que ha tenido acceso Infodefensa.com.
- Contarán con una vida útil de servicio de como mínimo 20 años.
- Las embarcaciones dispondrán de un lanzagranadas automático Santa Bárbara Lag-40 de 40 mm o simulador, suministrado por la Guardia Civil.
La Guardia Civil encargó a finales del año pasado otras dos embarcaciones de este tipo al astillero Aister. La primera llegará a Semar en noviembre de este año y la segunda en septiembre de 2023, como publicó este medio. Las patrulleras tendrán una eslora de entre 17 y 18,5 metros y una manga de 3,5 a 4,5 metros, con dos motores diesel de al menos 1.800 CV cada uno. La velocidad máxima será superior a 55 nudos, mantenida durante al menos una hora. El casco, la cubierta y los mamparos bajo ésta estarán construidos con chapa de aleación de aluminio.
Una flota envejecida
La Guardia Civil detalla que Semar cuenta actualmente con una flota de patrulleras medias de alta velocidad “muy envejecida”, con un tercio de las embarcaciones con “en torno a 20 años de antigüedad”. “Las citadas embarcaciones no reúnen en muchos casos las condiciones de acomodación necesarias (...) y las horas de navegación han sobrepasado las previstas inicialmente”, especifica.
Las nuevas embarcaciones serán de aluminio, a diferencia de las que están en servicio construidas con PRFV (poliéster reforzado con fibra de vidrio). El Instituto Armado busca, con este cambio, patrulleras más resistentes en las operaciones contra el narcotráfico y con una mayor vida. “La vida útil de una embarcación de aluminio ronda los 20-25 años, periodo muy superior a los 15 años de vida útil que tiene una embarcación de PRFV”, explica.
Persecuciones y embestidas
Las patrulleras, señala además, se ven ocasiones envueltas en persecuciones con barcos empleados para el tráfico ilícito de sustancias, que realizan “maniobras de embestida”. “La violencia de estas acciones hace necesario que los cascos y la estructura de las futuras embarcaciones sean de materiales más resistentes que las de la flota actual”, argumenta.