#157 Claro que lo pienso, la diferencia es que en China al menos no te venden la moto y aquí todavía tienen que guardar las apariencias...aunque sea para sentirse superior.
El control estatal de las poblaciones y la manipulación masiva de estas fue la gran herencia del nazismo. El más peligroso de todo al final no fue Adolfo el del bigote, sino Goebbels:
"Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan."
"Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines."
"La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas."
"Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas."
"Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones."
Y así podría seguir un rato. Parece que cuando los nazis desaparecieron, el legado de la peor de las ratas impresionó a uno y a otro de los lados del telón de acero. Ahora, su putrefacción se extiende como un cáncer.