Un nuevo tiroteo sacude EEUU: descontento con una cirugía, mata a su doctor y a otras tres personas más en Tusla
El tirador también mató a otras tres personas antes de suicidarse en un centro médico de Oklahoma
PABLO SCARPELLINI
Los Ángeles
Sin apenas tiempo de recuperarse de la traumática matanza de 19 niños y dos profesoras en un colegio de Uvalde la semana pasada, Estados Unidos volvió a ser el escenario de otro tiroteo masivo. Esta vez sucedió en un hospital de Tulsa, la segunda ciudad más poblada de Oklahoma. Un tirador entró fuertemente armado en el hospital St. Francis y mató a cuatro personas antes de quitarse la vida, según ha apuntado la policía local.
El tirador ha sido identificado como Michael Louis, un afroamericano que compró un arma de asalto AR-15 el mismo día del incidente y que llevaba además una pistola. Louis acabó con la vida de su médico, Preston Phillips, y con la de otra doctora, Stephanie Husen. Los otros dos fallecidos han sido identificados como William Love y Amanda Green, una recepcionista y un paciente.
Al parecer, el autor de la enésima matanza en EEUU en lo que llevamos de año -233, de acuerdo al Archivo de Violencia con Armas-, no quedó satisfecho con la operación de espalda a la que le sometió Phillipps, según explicó a periodistas el jefe de policía de Tulsa, Wendell Franklin. La cirugía se produjo el pasado 24 de mayo y en los días posteriores el paciente llamó "varias veces quejándose del dolor y pidiendo tratamiento adicional".
El médico atendió de nuevo a Louis el pasado martes, pero éste volvió a llamar el miércoles por los constantes dolores que tenía en la espalda. Insistió en recibir más tratamiento. Poco después de la 2 de la tarde de ese mismo día, entró en una tienda de armas local, compró su rifle semiautomático, y procedió a protagonizar la matanza en el hospital.
Louis llegó al centro médico unos minutos antes de las 5 de la tarde y subió hasta la segunda planta armado con su rifle y una pistola. La respuesta de la policía fue rápida, según las autoridades, que llegaron al lugar de los hechos minutos después. Aseguran que poco después cesaron los disparos y encontraron al tirador muerto de un disparo. Aparentemente se había quitado la vida.
La policía de Tulsa ha confirmado que han recuperado una carta de Louis en la que manifestaba que iba a matar al médico que le operó y "a cualquiera que se pusiera en su camino". Tras las muchas críticas vertidas contra los agentes en Uvalde, Texas, que tardaron más de una hora en detener al asesino, Salvador Ramos, los cuerpos de seguridad locales han institido en que la intervención fue "inmediata y sin vacilar" y que Louis se quitó la vida dos minutos después de que llegaran al lugar de los hechos.
Cliff Robertson, el jefe ejecutivo del hospital, afirmó que les espera un camino muy duro por delante. "Somos más de 10.000 personas las que hacemos parte del sistema de salud St. Francis, los que todos los días dedican sus vidas a cuidar a las personas necesitadas. Este horrible e incomprensible acto no va a cambiar eso". El ataque se produce cuando en el centro médico comenzaban a superar la pandemia, de acuerdo a galenos citados por medios locales. "Pensar que nuestros cuidadores han sido las víctimas es incomprensible para mí", indicó el doctor Ryan Parker.
La masacre coincide además con el 101 aniversario de la sangrienta jornada bautizada como Black Wall Street, cuando una turba de hombres blancos acabó con la vida de 300 afroamericanos y casi 10.000 personas se quedaron sin casas después que se arrasaran 35 manzanas del barrio Greenword, al norte de Tulsa. También prolonga una racha sangrienta en las últimas semanas en EEUU que comenzó el pasado 14 de mayo en Buffalo, Nueva York.
Ese día, un joven de 18 años, defensor de teorías sobre el supremacismo blanco, entró en un supermercado de un barrio de mayoría negra y acabó con la vida de 10 personas, todas ellas afroamericanas. Unos días más tarde, un hombre protagonizó otra escena de terror en una iglesia en el condado de Orange, al sur de Los Ángeles. El saldo: un muerto y cinco heridos.
La de Uvalde, un pequeño pueblo al oeste de Texas, de momento es la más grave en lo que va de año. Ramos, un joven de 18 años, logró acceder al colegio de educación primaria de la localidad y acabar con la vida de 19 niños y dos de sus profesoras, en una matanza que ha vuelto a poner sobre la mesa la urgencia de reformar las leyes sobre la venta de armas.
De momento se han producido conversaciones entre senadores republicanos y demócratas para lograr un acuerdo y establecer límites o controles a la venta de armas de asalto de estilo militar, aunque se espera que sea un camino difícil de transitar por la resistencia histórica de la bancada conservadora. Mientras, el alcalde de Tulsa, George Bynum, ha ordenado que todas las banderas en edificios oficiales ondeen a media asta durante las próximas cuatro noche en honor a las cuatro víctimas. El luto en EEUU por los tiroteos comienza a ser permanente.
https://www.elmundo.es/internacional/2022/06/02/6298fa66e4d4d8ee588b4593.html
Si existiera un listado de quiénes son los protagonistas de los tiroteos podríamos sacar conclusiones sorprendentes.