#51 ¿Limite moral? A partir de 13 es legal con consentimiento.
Y sin consentimiento no lo es por muy pellejas que sean, así que hay que disfrutar.
#1 no te preocupes, hay un montón de refranes que apoyan tu reacción:
-Si tiene más de trece, apetece
-Si supera la docena, me juego la condena
-Si va al cole sola, es que quiere cola
-Si hay pelito no hay delito
-Si el césped ha crecido, que empiece el partido
-Si pesa más que un pollo, me la follo. Sino, piedras en los bolsillos.
-Cuando el hambre aprieta, ni los muertos se respetan
Cuando alguien es incapaz de beneficiarse de una mujer como dios manda y buenorra, apunta a cosas cutres como niñas a medio formar.
#26 Está bien que pienses eso. Aún recuerdo cuando tenía 14 años y me tenía que joder porque las de 13 se iban con chulos de 20.
Despierta chaval.
Lo gracioso es que mientras aquí se debate sobre si es o no es éticamente correcto tirarle fichas a muchachas de 16-18 años, otros están picando piedra 24/7 en las salidas de los institutos. Sólo hace pasearse una tarde por un random instituto para ver a tios ya curtiditos tirando miradas a lo Humprey Bogart desde su scoopy de segunda mano. Y mientras unos se hacen la fama, otros cardan la lana o en este caso, a las sartenes, sartencitas, shorteens o como queráis llamarlas.
Btw y para hecharle sauce al tema. A vosotros os gustan más jóvenes, iguales o mayores que vosotros? Lo digo porque no se, llamadme loco, pero a mí las mujeres de mi edad o mayores por norma general no me atraen demasiado. Más que nada porque a partir de los 25 el reloj biológico ya empieza a hacer su trabajo y se empiezan a notar estrías, pechos caídos, piel ajada y bajos fondos más transcurridos que la M-30, fruto del descuido y las noches hedonistas a las que se han acostumbrado las féminas de nuestra generación. Eso sin contar que la mayoría te vienen de série con sus traumas y complejos de relaciones pasadas, con lo que al final cuesta encontrar una que te pase un psicotécnico.
En cambio las jovencitas todavía conservan esa ilusión, esa inocencia pueril que hace que les brillen los ojos cuando les vendes la moto. Si a esto le sumas el hecho de que la mayoría están fresquistas, con la piel tersa, llenas de energía y vitalidad y con ganas de aprender el dulce arte de hacer el amor, pues te encuentras que a la hora de decidir a que tirarle ficha, pues no hay color.
Pero vaya, esto son my two cents. Para escuchar opiniones sobre el valor de la experiencia, la madurez y el atractivo de la mujer profesional, pues ya está ka Cosmopolitan y sus expertas vendedoras de humo.
