Titulo: Condenada a prisión permanente la madre que mató a su hija en Bilbao
La Audiencia Provincial de Bizkaia ha condenado a prisión permanente revisable a la mujer que asesinó el 19 de enero a su hija de nueve años en el barrio bilbaíno de Atxuri tras administrarle un “cóctel letal” de fármacos. La madre, incluso, pudo asfixiarla posteriormente con sus manos y una almohada, una posibilidad que se considera factible aunque, explicaron los peritos durante la causa, no se pudo determinar con la autopsia del cuerpo.
El pasado 19 de diciembre, el jurado popular, por unanimidad, declaró a la acusada culpable de asesinato con alevosía contra la menor de nueve años. Además, el veredicto de los cinco hombres y cuatro mujeres que lo componían incluía el agravante de parentesco por el vínculo familiar que las relacionaba.
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Los peritos creen factible que la madre asfixiara también a la menor, aunque no se pudo determinar en la autopsia
Los hechos ocurrieron el pasado 16 de enero. La hija mayor -de 20 años-, a su regreso por la noche a casa, se encontró los cuerpos de la madre y la pequeña abrazados en una cama. Estaban inconscientes. La joven alertó a los servicios de emergencia, que lograron salvar la vida de la progenitora pero no la de la menor. La primera estuvo varios días en coma.
La condenada explicó en el juicio que cometió el asesinato inducida por un hombre encapuchado que entró en el domicilio y le obligó a hacerlo, tras lo que intentó acabar con su propia vida. El día de los hechos, la madre dejó una hoja manuscrita en la que señalaba a ese tercer individuo, versión que mantuvo durante la causa –donde apuntó al novio de su hija mayor- y que, sin embargo, la Ertzaintza desacreditó.
Los investigadores, que encontraron “semiescondidos” en una papelera de la casa otros tres intentos de redacción de la nota rotos, nunca dieron credibilidad a la historia. Ni la puerta tenía daños, ni tampoco la vivienda. Asimismo, revisaron las cámaras de seguridad de la zona, preguntaron a los vecinos e interrogaron a varios hombres con los que ella y su hija mayor habían mantenido alguna relación sin hallar ningún vestigio que apuntara a la presencia de un inductor. El fallo del tribunal supone la primera condena a prisión permanente revisable que se produce en Bizkaia.
