El Matasuegras, del ruso СУЕГРИФАЛОЬОВ, fue originalmente un arma de corto alcance desarrollado a comienzos de los años 50 por el KGB soviético
En 1951, el KGB comenzó a requerir armas cada vez más sofisticadas y discretas para sus asesinatos políticos a corta distancia. Se comisionó a la oficina del famoso inventor Sergei Alvarov el diseño de un nuevo arma de corto alcance que debía cumplir, a parte de la facilidad de uso y efectividad, el requisito poderse emplear inconspicuamente en fiestas y banquetes del Partido o embajadas extranjeras. Alvarov se puso de inmediato manos a la obra, pero el encargo resultó difícil de satisfacer. El problema para poder apuntar un arma hacia el objetivo de manera sencilla pero que no llamase la atención parecía un problema insolventable. Por otro lado, la exigencia del Kremlin de que el arma pudiese ser disparada por agentes ebrios restingió las opciones a armas con las que se pudiese apuntar con la línea de visión (se descartó un clavel del calibre .22 silenciado). Ninguna de la parafernalia frecuente en las fiestas de la época podía ser convertida en un arma.
Tras un año entero de infructuoso esfuerzo, el Premier Stalin había perdido la paciencia. Alvarov ya veía segura su condena a muerte bajo la falsa asusación de traición, tal era la costumbre de Stalin con aquéllos protegidos que le fallaban. Cuenta la leyenda que la inspiración providencial de Alvarov le sobrevino al desenrrollar el elegante pergamino sobre el cual planeaba escribir su testamento. Al observar cómo el pergamino volvía a enrollarse al ser soltado, Sergei decidió que había encotrado la solución. Crearía un nuevo divertimento para las fiestas, tal que pudiese distribuirse a todos los invitados, y escondería en el de los agentes del KGB un dardo con curare.
En menos de 3 días estuvieron preparados los prototipos, tanto los inofensivos como los cargados con el dardo. Envió una muestra al Kremlin y Stalin quedó impresionado con la efectividad del arma incluso entre los más bebidos agentes. Sergei Alvarov había recuperado el favor del Premier y logrado el contrato de su vida.
Origen del nombre "matasuegras" La alegría de Alvarov duraría poco. A Stalin le quedaban pocos meses de vida, y quienes le seguirían en el puesto eran contrarios a estos métodos de asesinato. Sin embargo, el verdadero golpe sobrevendría cuando Sergei confundió uno de sus tubitos de papel inofensivos con los de carga mortal. Mientras celebraba su gran invento junto con su familia, ebrio, cogió la espiral de papel y sopló por ella. Su suegra recibió el disparo del dardo directamente en la yugular, pero nadie se percató del hecho hasta que no se dieron cuenta de que no probaba más Vodka.
No se sabe el nombre que puso Alvarov a su invento; tras la muerte de Stalin, el inventor cayó en desgracia y no se supo más de él. Aún así, su invento (en la versión inofensiva) se mantuvo popular entre el festivo pueblo ruso. El coloquial nombre de "СУЕГРИФАЛОЬОВ" (suegrifalhoyof=matasuegras) por siempre haría referencia al desgraciado accidente de Alvarov.