Aqui otro que se crió jugando en un solar. Habia un coche abandonado que durante años fue poco a poco canibalizado por los infantes y quemado en varias ocasiones , las ruinas de una especie de nave industrial y la parte trasera de una fabrica de grapas y otra de pinturas. Pasar las tardes alli era vivir aventuras sin par: podias coger el tetanos clavandote una grapa, dibujar pollas en las paredes gracias a los restos de pintura, clavarte uno de los multiples cristales que alfombraban el suelo, escalar las ruinas de la fabrica y subir a un tejado donde anidaban pajaros o darle de comer a unos gatos que vivian entre la maleza.
Pero el top absoluto fue cuando de repente llovio torrencialmente y una acequia que se encontraba tapada por la tierra aparecio de la nada, te asomabas y veias un agujero en el que corrian aguas negras hacia una especie de remolino terrorifico que vete a saber donde llevaba. Creo que fue la primera vez en la que sentí el concepto de la amenaza, de que el mundo existian fuerzas o elementos que podrian matarte sin esfuerzo alguno.
Los solares eran lugares que te curtian . que te enseñaban de que iba la vida. Igual te pasabas un fin de semana currandote una choza con pales y cartones para que cuando volvias a ella el lunes te la encontrases okupada por gitanos , por un yonki, destruida o quemada. Y hay de ti si intentabas recuperarla, que podias llevarte una pedrada o una amenaza con navaja. Lugares donde veias el ciclo de la vida y la crueldad humana cuando algun hijo de la gran puta ahorcaba a un gato . Lugares que te endurecian por dentro cuando te picaban las pulgas, o te caias de altura y te pegabas la hostia padre. Lugares que te enseñaban que a metros de tu casa, la seguridad de tu hogar no valia una mierda y que si te descuidabas podias coger una enfermedad terrible o directamente matarte.
Adoro los solares y descampados de antaño.