Yo creo que el pasado sí importa. Y de hecho, que es clave a la hora de conocer a una persona.
Esto no implica que no se pueda estar con una persona por su pasado. Pero yo conozco el pasado de ciertas chicas con las que no estaría en mi vida. Por mucho que digan o aparenten que han cambiado, o aunque hayan cambiado realmente, hay cosas que yo no podría pasar por alto.
No hablo de que haya tenido novios, se haya enamorado, llevado palos amorosos...
No hablo de sexo. Obviamente si yo he estado con chicas, es porque hay chicas que están con hombres. No puedo exigir algo que yo no puedo proporcionar. Que además es normal que una chica haya tenido sus relaciones.
Aunque claro, una cosa es tener experiencias sexuales, y otra ser la puta del lugar que llega de rebote, y como ve que su actitud no la va a llevar a ninguna parte, cambia cuando está con esa persona, porque ve que todos van encontrando pareja y que se va quedando sola por andar zorreando con gente que no le aporta nada. Pues chica, vete por ahí. A ver si crees que me vas a manipular o que soy tonto y me vas a tomar por la última mierda.
Hablo de ser falsa, hipócrita, mentirosa, déspota... Una zorra. Una puta que de mala que es, si se muerde la lengua se envenena a sí misma.
Conociendo el pasado, puedes descubrir alguna de estas facetas. Al hacerlo, al menos yo, me despediría.
¿Para qué embarcarte en una relación a ciegas, si conociendo su pasado sabes que no va a ninguna parte?
También es cierto que hay chicas que aparecen de la nada y que desconoces por completo qué han hecho. Pero no me voy a entregar al 100% en una relación, hasta que no pase un tiempo, la vaya conociendo, haya complicidad... Esto no significa dejar la relación descuidada o relegada a un segundo plano. Solo ir dando ciertos pasos, para de darse una hostia, que sea lo más pequeña posible.
Conocer el pasado, ayuda a conocer a la persona que tienes delante. Para entender por qué reacciona de ciertas maneras ante ciertas situaciones, qué cosas han sido negativas y qué cosas han sido positivas, qué le gustaba hacer de niña, cómo era su vida, qué es importante para ella, qué prioridades tiene, qué espera dar y recibir en la relación, etc.
Conocer el pasado no implica conocer el lado turbio de la persona. Implica conocerlo todo sobre la persona. Lo bueno y lo malo. No es quedarse con uno y obviar lo otro. Es sencillamente, conocerse.
Es evidente que no lo vas a conocer todo. Todos tenemos nuestros secretos, nuestras cosas de amigos... No todo se comparte con la pareja. Es normal.
Es decir. A mí no me importa que se haya acostado con más personas que yo, o que haya tenido relaciones serias y sea yo el que se haya acostado con más. De hecho, ni siquiera me interesa saberlo.
No me importa que haya tenido su época de rebelde sin causa. Yo también la he tenido. Y si ella no la ha tenido, pues mira, yo sí. En mi día fui algo cafre.
No me importa que se lleve o se deje de llevar con sus ex. Yo tengo dos ex que son hermosísimas personas, y otras con las que no me cruzo ni la mirada. Mientras no haya nada con esa relación pasada y se centre en la relación presente, ¿qué problema hay?
Lo que me importa es su pasado, porque me importa conocer de verdad a la persona con la que estoy.
Los momentos surgen, y hay momentos para hablar de todo.
Y digo yo, que antes de enterarse de cosas de mi pasado que no le gustarían, mejor se lo digo yo.
Mira, paso esto, esto y esto. Y terminó así. Ahí se terminó todo. Ahora eso no existe. O sí existe, pero no es nada malo. O es malo y se lo cuentas para que te apoye.
Hay cosas que a nadie nos gustaría saber a priori, pero que después fortalece la relación a todos los niveles, y la hace madurar.