Me encanta tirarme pedos en la cama y levantar la sábana para olerlos, y si es de los silenciosos mejor porque huelen más.
Los pedos de otras personas me dan asco.
Principiante, es mejor cuando de la fuerza sale diarrea y ya no solo la hueles, sino que la vida te permite el exquisito placer de saborearla.
No haces la cuchara con la mano cuando te lo estás tirando y luego te lo llevas a la nariz para olerlo?
Esos buenos pedos pintores que salen con caldillo. O esos que suenan como si hubieran salido con regalo y tienes miedo de mirar.
Que misteriosa y maravillosa forma de expulsar metano.
Hoy he comido una fabada de las buenas, con su todo.
Y como parte de ese todo, estoy en la post-degustación. Huele a belzebú.
